Gran noticia
UNA NOTICIA a cinco columnas en agosto es muy infrecuente, pero una noticia a cinco columnas en agosto tan espl¨¦ndida que con seguridad toda persona de bien leer¨¢ con entusiasmo es algo que dif¨ªcilmente recuerdan los m¨¢s viejos de la profesi¨®n period¨ªstica. La noticia es, ni m¨¢s ni menos, que todo parece indicar que est¨¢n vivos. Los tres espa?oles -un diplom¨¢tico y dos militares-, un irland¨¦s y un holand¨¦s, todos ellos miembros de una misi¨®n de observadores de la Uni¨®n Europea en los Balcanes y dados por muertos el mi¨¦rcoles por la televisi¨®n serbobosnia, fueron mostrados ayer en este mismo medio en aparente perfecto estado de salud. Esa misma televisi¨®n emit¨ªa, 24 horas antes, im¨¢genes de cinco cuerpos calcinados que identificaba como los observadores.Que en la televisi¨®n de Pale aparecieran recibiendo de manos de sonrientes subordinados de Radovan Karadzic un pedazo de metralla al parecer procedente de uno de los aviones de la OTAN que supuestamente los hab¨ªan matado ayer no deja de ser un episodio del m¨¢s puro humor negro balc¨¢nico. Al redactar, estas l¨ªneas a¨²n no se hab¨ªan puesto en contacto con su cuartel general en Zagreb ni con los ministerios de Exteriores y Defensa espa?oles. Pero el hecho de que fueran mostrados ayer por la televisi¨®n serbobosnia y que el r¨¦gimen de Karadzic anunciara que ya hab¨ªan abandonado Bosnia hacia territorio seguro parece se?alar que en Pale se ha decidido respetar su integridad f¨ªsica y liberarlos. Es muy posible que los espa?oles y sus colegas deban la vida a los perceptibles cambios que est¨¢n provocando los relevos en la direcci¨®n de los serbobosnios. Todo indica que Milosevic ya ha asumido el control en Pale y no va a permitir que acciones como el asesinato de prisioneros occidentales o su utilizaci¨®n como escudos humanos estropee su ofensiva diplom¨¢tica para hacer de Serbia un protagonista en la aplicaci¨®n del plan de paz norteamericano.
El diplom¨¢tico Fernando S¨¢nchez Rau, el general Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Esponera y el comandante Zen¨®n Luis Quintana nos pueden dar a todos los espa?oles una inmensa alegr¨ªa. Esperemos que una vez sanos y salvos puedan explicar qu¨¦ sucedi¨® durante esos casi dos d¨ªas en que fueron dados por muertos por la propaganda serbia. Conviene, por lo dem¨¢s, recordar, sobre, todo a los pol¨ªticos, que nunca se debe dar por buena, sin m¨¢s, la versi¨®n de esa m¨¢quina de la mentira que son los portavoces de Karadzic.
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