Gil se convierte en el amo de la costa

Jes¨²s Gil ha logrado extender sus dominios en la Costa del Sol. La decisi¨®n del PP de rechazar un pacto con el PSOE e IU para impedir que Gil lograra el control de la mancomunidad que agrupa a 11 municipios de la zona occidental de la provincia de M¨¢laga aup¨® al alcalde de Marbella a la presidencia del organismo supramunicipal, encargado del abastecimiento de agua, la eliminaci¨®n de residuos y el saneamiento en una de las franjas tur¨ªsticas por excelencia del litoral espa?ol.El control de la entidad, en la que ha colocado de vicepresidente a su hijo Jes¨²s, alcalde de Estepona, supondr¨¢ a Gil disponer de un presupuesto que este a?o superaba los 850 millones de pesetas en aportaciones municipales. Lo que es m¨¢s importante, dirigir¨¢ la empresa p¨²blica encargada del abastecimiento de agua a estas localidades.

Una empresa que en un a?o hidrol¨®gico normal factura unos 2.300 millones de pesetas. Todo ello al margen de inversiones de la Administraci¨®n central y auton¨®mica, as¨ª como de los fondos comunitarios, partidas que seg¨²n los socialistas podr¨ªan suponer durante los cuatro pr¨®ximos a?os de legislatura un montante en torno a los 50.000 millones de pesetas.

Adem¨¢s del ciclo del agua, este organismo tiene algunas competencias sobre la gesti¨®n urban¨ªstica en el litoral, las playas y los residuos s¨®lidos. El PSOE afirma que Gil se encontrar¨¢ el organismo con tan s¨®lo unos 1.000 millones de pesetas en deudas ya refinanciadas, y muestra su temor a que una de las primeras medidas del alcalde de Marbella sea privatizar la empresa de aguas.

El alcalde de Marbella dise?¨® toda su estrategia en las pasadas elecciones para hacerse con el control de este organismo, entidad en la que no particip¨® formalmente cuando en la anterior legislatura estaba gobernado por el PSOE e IU. Sus victorias rotundas en Marbella y Estepona le pusieron a un paso del objetivo, aunque los resultados de su partido, el Grupo Independiente Liberal, en otras localidades no fueron suficientes.

No obstante, para cumplir su proyecto, que hab¨ªa bautizado como Federaci¨®n de Municipios -un "miniestado federal", en palabras del ide¨®logo del GIL, Jos¨¦ Luis Sierra-, consigui¨® la alcald¨ªa de Casares gracias al apoyo de dos ediles tr¨¢nsfugas del PSOE, a los que seg¨²n este partido lleg¨® a ofrecer contratos blindados y sueldos millonarios.

Adem¨¢s, cogobierna en Benahavis, localidad donde un solo concejal de su partido consigui¨® aupar al PP a la alcald¨ªa. El malestar de algunos alcaldes independientes ante el anterior gobierno del organismo, unido a las promesas de Gil de mejorar las comunicaciones por carretera de estos municipios con la franja litoral, llevaron a ¨¦stos a apoyarle en la investidura.

Los ediles de Ist¨¢n y Benalm¨¢dena se han sumado al proyecto del alcalde de Marbella. En Benalm¨¢dena gobierna con el Partido Popular Enrique Bol¨ªn, un ex senador popular que fue expulsado del partido tras ser condenado por consumo de drogas en Gibraltar.

A pesar de estos apoyos, un acuerdo de las fuerzas democr¨¢ticas" para parar a Gil, como pretend¨ªan PSOE e IU, hubiera dado la presidencia del organismo a los populares. Un partido que con una consciente ambig¨¹edad rechazaba tal posibilidad y decid¨ªa abstenerse en la sesi¨®n de investidura. Los populares se aseguran de esta manera el control de la Diputaci¨®n Provincial, donde los dos representantes del partido de Gil son fundamentales ante un hipot¨¦tico pacto de socialistas e IU.

El PP niega que ¨¦ste haya sido el motivo y aduce que era "justo y democr¨¢tico" que el alcalde de Marbella se hiciera con la presidencia, "ya que sus apoyos representaban al 70% de los votantes del litoral malaguefio". El propio presidente del PP en Andaluc¨ªa, Javier Arenas, ha pedido " respeto hacia Gil, porque representa lo que han querido libremente los ciudadanos en Marbella y Estepona".

Los populares ni siquiera van a expedientar a su concejal que apoy¨® a Gil, a pesar de que hab¨ªan anunciado que adoptar¨ªan medidas contra quien rompiese la disciplina de voto. Se amparan en que el voto no fue decisivo, aducen que el car¨¢cter secreto de la votaci¨®n impide saber qui¨¦n fue el edil d¨ªscolo e incluso alegan que "pudo tratarse de un simple error de cualquiera de los representantes".

Los estatutos de la mancomunidad establecen que el m¨¢ximo responsable debe ser elegido por mayor¨ªa absoluta. Jes¨²s Gil no la consigui¨® en la primera votaci¨®n y plante¨® una segunda, arropado por el Partido Popular y los independientes, al entender que, aunque no est¨¢ previsto en los estatutos, hab¨ªa que seguir el modelo de las corporaciones locales, por el cual un candidato con mayor¨ªa simple en segunda vuelta obtiene autom¨¢ticamente el cargo.

Carlos Sanju¨¢n, secretario provincial del PSOE malague?o, asegura que no hay "legitimidad en la elecci¨®n de Gil" porque los estatutos establecen "sin ning¨²n g¨¦nero de dudas, que el presidente debe ser elegido por mayor¨ªa absoluta". El PSOE acudir¨¢ a los tribunales para impugnar la elecci¨®n. El presidente del PP en M¨¢laga, Atencia, considera que la elecci¨®n es "correcta".