El ONCE juega al espect¨¢culo

El ONCE hizo una demostraci¨®n de fuerza. Mont¨® escapadas con Sierra, con Jalabert despu¨¦s y tir¨® a bloque para derribar una fuga en la que marchaba su corredor Mauri. En Santander se aprovech¨® y gan¨® un italiano novato, con un apellido que invita al juego de palabras, Gian Luca Pianegonda, que adem¨¢s destron¨® a Abraham Olano en la general. La Vuelta entr¨® en harina con un curioso juego de estrategias colectivas. El Mapei, equipo del l¨ªder, mostr¨® unas cuantas debilidades, disfrazadas de alardes t¨¢cticos, y el ONCE, equipo con tres o cuatro potenciales ganadores finales, exhibi¨® fortaleza en forma de megaloman¨ªa. Los d¨¦biles abundaron: 85 llegaron a m¨¢s de 10 minutos del primero. Lo nunca visto en una segunda etapa a ritmo lento.El pelot¨®n es un ej¨¦rcito definido por las rutinas que nunca se comporta un d¨ªa como el anterior. En ese caldo cultiv¨® un Manolo S¨¢iz una jornada de las que se dicen de ciclismo de altura. Gracias a ello hubo ataques, alguna comida atragantada en alg¨²n director y emoci¨®n. Es lo que llaman el sello de la Vuelta. La idea no era mala. El t¨¦cnico c¨¢ntabro supo probar las fuerzas de sus rivales y para ello hizo un despliegue casi espectacular. Envi¨® por delante en fuga a Roberto Sierra. Se sub¨ªa la S¨ªa. Mediada la ascensi¨®n se escap¨® Jalabert. ?Qu¨¦ hacer? Dejarlo irse y confiar en el sentido com¨²n -un hombre que gana carreras desde febrero no puede ganar la Vuelta- o entrar al trapo y derrochar nerviosismo. Olano mantuvo la calma. Sus compa?eros, un par de ellos -Etxabe y Fern¨¢ndez Gin¨¦s- pusieron ritmo de caza a largo plazo y el tiempo, y la colaboraci¨®n de los Gewiss, hizo el resto. El ONCE no supo dar el segundo paso -los tapados Z¨¹lle y Rinc¨®n no salieron de la sombra- y Jalabert -confundido, dice, por la falta de referencias- levant¨® el pie.

Entonces, comenz¨® el descontrol que termin¨® con el ONCE persiguiendo una escapada en la que estaba uno de los suyos -Mauri-, pero tambi¨¦n un par de peligrosos -Ugrumov y Mej¨ªa-. Un descontrol fomentado por las circunstancias que viven algunos equipos en septiembre.

Dicen de Pianegonda, de 26 a?os, que es fuerte y todoterreno. Y a?aden que el nuevo l¨ªder tiene m¨¢s virtudes: es muy extravertido y le encanta contar chistes.