Otra tipolog¨ªa moral
A imitaci¨®n del se?or Muguerza, que en su art¨ªculo Un retrato moral de nuestra sociedad, del pasado 20 de agosto, nos ofrec¨ªa una rigurosa y enriquecedora "tipolog¨ªa moral" de las ¨¦lites intelectuales y pol¨ªticas, he discurrido yo otra con Pretensiones de generalizaci¨®n a toda la, ciudadan¨ªa y en base a mi particular experiencia sobre las reacciones de las personas de mi entorno ante el delito de terrorismo de Estado.Yo creo distinguir dos grandes grupos de ciudadanos: en primer lugar, el de los que, no apreciando suficientemente todav¨ªa los valores de la democracia y del Estado de derecho, m¨¢s que la comisi¨®n en s¨ª del delito lo que les molesta es que se convierta en objeto de debate p¨²blico por lo que ello pueda significar de amenaza para su leg¨ªtimo derecho a la tranquilidad. Son la mayor¨ªa natural y mayoritariamente votar¨¢n pr¨®ximamente al PP por la misma raz¨®n por la que anteriormente votaron al PSOE: para que, sea por quien sea, se les garantice ese derecho. En segundo lugar, el de los que s¨ª los aprecian y en consecuencia, exigen a sus gobernantes, aunque de manera poco consecuente y efectiva, sin participar todav¨ªa en los partidos pol¨ªticos, algo m¨¢s que malicia para esquivar el debate. Este grupo se divide a su vez en dos el de los que creen que los Gobiernos del PSOE lo hicieron relativamente bien, dadas las condiciones en que tuvieron que trabajar (subgrupo de los que seguir¨¢n votando al PSOE) y el de los que creen que, a pesar de todo, se pod¨ªa haber hecho mejor (subgrupo de los que elegir¨¢n a sus representantes entre las otras fuerzas pol¨ªticas democr¨¢ticas).
Vistas las cosas con esta perspectiva, se entiende mejor que tan importante o m¨¢s que la raci¨®n diaria de esc¨¢ndalos con que nos viene alimentando esta campana electoral, tan descomunal y soberbia, es que nos haga buen provecho de modo que, de manera consciente, vayamos prestando alguna ayuda al trasvase desde el primer grupo (el de la mayor¨ªa natural) al segundo (el de la minor¨ªa artificial) y, dentro de ¨¦ste, al control efectivo de nuestros representantes mediante la ¨²nica. v¨ªa que lo hace posible: la participaci¨®n activa en los partidos pol¨ªticos.-
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