Sala dice que el Supremo no atender¨¢ "consecuencias pol¨ªticas" en el GAL

Los magistrados del Tribunal Supremo actuar¨¢n en el caso GAL "sin consideraciones a las consecuencias pol¨ªticas inmediatas", asegura el presidente del alto tribunal y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Pascual Sala. La Sal¨¢ Segunda del Supremo tiene previsto reunirse ma?ana para estudiar si asume otro sumarlo tras la nueva exposici¨®n razonada que el juez Baltasar Garz¨®n les envi¨® el jueves, a partir de las declaraciones y documentos obtenidos mientras investigaba el caso Monbar.

La Sala remiti¨® el escrito de Garz¨®n al fiscal, para que se pronuncie sobre la competencia del Supremo. Si el fiscal contestase a tiempo ma?ana mismo, la Sala Segunda podr¨ªa decidir pedir para s¨ª este sumario y Garz¨®n tendr¨ªa que dejar de investigar. Fuentes de la propia Sala se?alaron que, con toda probabilidad, debatir¨¢n el problema de los recursos que se hab¨ªan plateado sobre actuaciones de Garz¨®n. en el sumario por el secuestro de Segundo Marey y que estaban pendientes de resoluci¨®n en la Audiencia Nacional.En una entrevista concedida a la agencia Efe, Pascual Sala, que no quiso opinar sobre los aspectos concretos del caso GAL que se tramita en el Tribunal Supremo, dijo que este tribunal discurre al margen de decisiones pol¨ªticas, tales como la convocatoria o no de elecciones, y agreg¨® que si hay personas que ligan ambas cosas, ser¨¢ responsabilidad de esas personas y no d¨¦ los magistrados. "?stos tienen que hacer, y sin duda lo har¨¢n, su funci¨®n sin consideraciones a las consecuencias pol¨ªticas inmediatas".

Matiz¨® que, sin embargo, el Tribunal Supremo es un tribunal de Estado y que por ello actuar¨¢ "con toda la eficacia y la eficiencia" que le es propia, sin originar, por incumplimientos o irregularidades tales como retrasos indebidos, "consecuencias perjudiciales para el normal funcionamiento de la vida del pa¨ªs".

Esperar una sentencia

Enfatiz¨® tambi¨¦n que "¨²ltima mente en Espa?a parece que no hay m¨¢s debate pol¨ªtico que, el que surge de las actuaciones judiciales", y a?adi¨® que eso no es culpa de los jueces, sino de que "por lo visto, no hay m¨¢s programa pol¨ªtico que estar esperando una providencia o un auto o una sentencia de determinado juez o de determinado tribunal".

"P¨¢rece que no hay problemas para suscitar ese debate, tales como los puestos de trabajo, la recuperaci¨®n econ¨®mica o los indicadores econ¨®micos, la pol¨ªtica exterior, la falta de agua, la pesca, la agricultura, el comercio o la industria'', y eso es una subversi¨®n, una perversi¨®n del funcionamiento pol¨ªtico y democr¨¢tico de las instituciones".

Pidi¨® que no se liguen actuaciones pol¨ªticas a las judiciales y que no se est¨¦ esperando "a ver que es lo que dice el Tribunal Supremo para convocar o no convocar elecciones. Que ellos [los pol¨ªticos] tengan sus programas pol¨ªticos, al margen de lo que tenga, que hacer el tribunal Supremo o cualquier tribunal".

Los magistrados del Supremo, indic¨®, tienen mucha experiencia y la obligaci¨®n de estar m¨¢s preparados para resistir los inconvenientes de la popularidad que el resto de los jueces y magistrados y se mostr¨® convencido de que trabajar¨¢n con toda discreci¨®n y prudencia "lo que no es s¨ªntoma de debilidad".

Seg¨²n Sala, las presiones sociales de grupos de opini¨®n y de intereses concretos, pol¨ªticos, sociales o econ¨®micos, no van a tener posibilidades de receptividad en el Tribunal Supremo, porque es un ¨®rgano poderoso, la c¨²pula del poder judicial, y "cuanto m¨¢s poder se tiene se es m¨¢s discreto y m¨¢s prudente".

Sin embargo, reconoci¨® que la independencia m¨¢s dif¨ªcil de mantener por el juez, en un Estado de Derecho como Espa?a, no es la independencia frente a los poderes p¨²blicos, ni frente a la propia organizaci¨®n judicial jer¨¢rquica, ni frente a los intereses de las partes, que est¨¢ garantizada en la Constituci¨®n y en las leyes procesales. "La independencia m¨¢s dificil de mantener sicol¨®gicamente es respecto a esos estados evanescentes de opini¨®n, la presi¨®n ambiental, los juicios paralelos o el temor al que dir¨¢n".

Se puede gobernar

Se quej¨® de que "en otros pa¨ªses se puede gobernar, como pasa en Francia, aunque haya uno o dos ministros implicados en actuaciones judiciales y a veces hasta sentenciados por los tribunales" sin que se provoquen tensiones como en Espa?a.

A?adi¨® que el juez debe tener presente que no debe provocar innecesariamente y a sabiendas una distorsi¨®n en la vida nacional, pero debe actuar con independencia de las valoraciones pol¨ªticas de sus actuaciones.

Indic¨® que estas actuaciones debe desarrollarlas "con prudencia, que no es entreguismo, ya que sin prudencia no hay justicia, porque la prudencia es patrimonio de los fuertes y no de los d¨¦biles".

Se refiri¨® a continauci¨®n, como ejemplo de esta actuaci¨®n, a la jueza Ana Ferrer, que instruye el sumario del caso Rold¨¢n, y dijo que pertenece a "ese grupo de 3.400, jueces que no buscan protagonismo" y cuyos nombres no conocen los ciudadanos.