Australia y Nueva Zelanda tildan de rid¨ªcula la acusaci¨®n de querer erradicar a Francia de la zona
Los Gobiernos de Australia y Nueva Zelanda calificaron ayer de rid¨ªculas las aseveraciones del presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, de que toda la campa?a que est¨¢n llevando a cabo contra las pruebas nucleares en el Pac¨ªfico tiene por aut¨¦ntico objetivo erradicar a Francia de Polinesia. Paul Keating, primer ministro australiano, mantiene que el Gobierno franc¨¦s est¨¢ desconcertado por la casi un¨¢nime reacci¨®n en contra de los ensayos y que por eso dice tonter¨ªas. Un parlamentario australiano ha indicado que Francia s¨®lo har¨¢ cuatro ensayos en la zona, en vez de los siete u ocho anunciados.
"Chirac ha hecho una serie de manifestaciones que, desde el punto de vista australiano, son rid¨ªculas", declar¨® Keating tras tener noticias de lo manifestado por el presidente franc¨¦s en su entrevista del domingo. "Est¨¢ claro que le duele la reacci¨®n mundial y el Gobierno franc¨¦s est¨¢ desconcertado"."Ha dicho que estarnos resentidos por la presencia francesa en el Pac¨ªfico. Y no es as¨ª", insisti¨® Keating. "Siempre hemos dicho que no nos oponemos a una presencia francesa constructiva".
Jim Bolger, su hom¨®logo neozeland¨¦s, abund¨® en la idea: "En ning¨²n momento, en ninguna de las discusiones que hemos tenido en el Gobierno o con otros dirigentes pol¨ªticos, se ha insinuado que quisi¨¦ramos echar a Francia del Pac¨ªfico".
El presidente franc¨¦s declar¨® en su entrevista que tanto Australia como Nueva Zelanda estaban explotando su decisi¨®n de reanudar los ensayos nucleares en Mururoa para intentar arrojar a Francia de la zona. Un combativo Chirac advirti¨®, adem¨¢s, que tomar¨¢ represalias si Australia pone en marcha un boicoteo econ¨®mico a los productos franceses.
Ya el mes pasado Australia impidi¨® que una firma francesa. concurriese a una importante contrata en el campo de la defensa, a lo que Par¨ªs respondi¨® retirando a su embajador en Canberra y amenazando con que iba a considerar acciones contra la importaci¨®n de carb¨®n y uranio australianos. "Ser¨ªa una grave equivocaci¨®n que el Gobierno franc¨¦s incurra en ese tipo de respuesta", dijo Bolger.
Chirac volvi¨® el domingo a mostrarse muy discreto sobre el n¨²mero de pruebas a realizar, que, como ya adelant¨® hace unos d¨ªas, ser¨¢n menos del tope de ocho anunciado. Alexander Downer, portavoz de Asuntos Exteriores de la oposici¨®n conservadora australiana, cree que no habr¨¢ m¨¢s que cuatro pruebas en total. "Cada vez hay m¨¢s se?ales que indican que Francia no har¨¢ m¨¢s que otros tres ensayos", ha manifestado Downer, quien dice tener informaci¨®n de fuentes propias que no desea re velar. "Se dice que los militares franceses han insistido en hacer tres pruebas m¨¢s y que a partir de estos ensayos obtendr¨¢n informaciones suplementarias de Estados Unidos". La presi¨®n australiana se ha desplazado tambi¨¦n a Bruselas -donde una delegaci¨®n parlamentaria ha pedido a los pa¨ªses miembros de la Uni¨®n Europea que act¨²en para obligar al Gobierno franc¨¦s a reducir el n¨²mero de pruebas nucleares-, a Holanda y Dinamarca. La delegaci¨®n ha recibido todo el apoyo del Gobierno holand¨¦s.
Mientras, Nueva Zelanda compareci¨® ayer ante el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) de La Haya para pedir que se obligue a Francia a suspender las pruebas. En la audiencia preliminar, el fiscal general Paul East dijo que "Nueva Zelanda desea expresar su profunda preocupaci¨®n y frustraci¨®n por la decisi¨®n francesa de reanudar las pruebas nucleares suspendidas en 1991 a pesar de la opini¨®n en contra de la comunidad internacional". La representaci¨®n francesa, encabezada por Marc Perrin de Brichambaut, director de los servicios jur¨ªdicos del Ministerio de. Exteriores franc¨¦s, tiene previsto responder hoy a los argumentos neozelandeses, pero avanz¨® su posici¨®n: el TIJ carece de competencia legal en el caso.
Pruebas en la atm¨®sfera
Nueva Zelanda cuenta con el apoyo de Australia y otros pa¨ªses de la regi¨®n y espera lograr una sentencia que proh¨ªba los ensayos mediante la reapertura de un caso que los dos pa¨ªses llevaron ante el TIJ en 1973 contra las pruebas nucleares francesas en la atm¨®sfera. En esa ocasi¨®n, el Tribunal de La Haya pronunci¨® una sentencia provisional y orden¨® a Francia que no realizase pruebas que produjesen lluvia radiactiva sobre los pa¨ªses demandantes. En 1974, el tribunal consider¨® que no era necesario emitir una decisi¨®n final puesto que Francia anunci¨® que ya no realizar¨ªa m¨¢s pruebas. La demanda que el TIJ estudia ahora tiene por objeto determinar si Francia cumpli¨® con las condiciones impuestas entonces en sentencia provisional y si es necesario proceder a la revisi¨®n de la decisi¨®n judicial de 1974.
Por otro lado, Le Monde publicaba ayer que agentes secretos franceses plantearon en 1985 inyectar un virus a los ecologistas de Greenpeace para provocarles diarrea y fiebre amarilla con el fin de impedirles navegar al Pac¨ªfico sur para protestar por las pruebas nucleares. El proyecto fue descartado a favor del bloqueo electr¨®nico de las comunicaciones de la organizaci¨®n.
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