Escalada tecnol¨®gica

El empleo por Estados Unidos, por vez primera el pasado domingo, de misiles de crucero Tomahawk y la posibilidad de la utilizaci¨®n de los bombarderos F-117 A Stealth en el conflicto de los Balcanes no responde en sentido estricto a una escalada militar por parte de la OTAN -no se han modificado los fines de la operaci¨®n-, sino a una escalada tecnol¨®gica motivada por la impotencia para conseguir resultados r¨¢pidos con las armas usadas hasta ahora contra las defensas serbobosnias.Dejando al margen la tentaci¨®n militar de probar el nuevo armamento en situaciones reales -los Tomahawk y los Stealth ya tuvieron. su bautizo de fuego en 1991, durante la guerra del Golfo-, ambos sistemas de armas ofrecen unas ventajas esenciales para lograr los objetivos t¨¢cticos de la OTAN: destruir centros de comunicaciones, radares, dep¨®sitos de armas y municiones, b¨²nkeres, tanques, piezas de artiller¨ªa y bater¨ªas antia¨¦reas serbobosnias. Los Tornahawk y los F-117 A, llamados invisibles porque no pueden ser detectados por los radares enemigos, son de una alt¨ªsima precisi¨®n, vuelan cualesquiera que sean las condiciones climatol¨®gicas y no ofrecen blanco al enemigo. La OTAN calcula que desde el pasado 30 de agosto, se ha destruido el 60% de una primera lista de 90 objetivos est¨¢ticos, que ahora ha sido ampliada a 150, y unos 100 tanques y piezas de artiller¨ªa, lo que representa cerca del 10% del arsenal serbobosnio d¨¦ este tipo de armas.

La OTAN ha tenido hasta ahora mucho cuidado para no destruir totalmente las l¨ªneas de comunicaciones serbias, con la intenci¨®n de que circulen las ¨®rdenes de retirada de las armas pesadas de Sarajevo, que es el fin primordial de la campa?a. Pero a¨²n queda lo m¨¢s dif¨ªcil: las bater¨ªas de misiles serbobosnias. Aqu¨ª es donde entran en juego los Tomahawk y los invisibles. Pero estas maravillas tecnol¨®gicas implican riesgos: su precisi¨®n ¨¢nima a ampliar el n¨²mero de objetivos -los Stealth fueron usados para bombardear el centro de Bagdad-, y un error puede ser fatal para amigos y enemigos.