IBM destituye a la direcci¨®n de su filial argentina por un esc¨¢ndalo financiero
El esc¨¢ndalo por corrupci¨®n desencadenado en Argentina en torno al protestado, por caro, contrato de informatizaci¨®n suscrito por el Banco de la Naci¨®n e IBM, un total de 250 millones de d¨®lares (31.250 millones de pesetas), alcanz¨® a la direcci¨®n local de la multinacional estadounidense, cuyos presidente, Ricardo Martorana, y vicepresidente de finanzas, Javier Orcoyen, fueron destituidos.
El vicepresidente de operaciones, Gustavo Soriani, fue despedido fulminantemente. A ninguno de los tres, todos bajo sospecha aunque sin cargos, se les permiti¨® volver al despacho. De ma?anita, el ch¨®fer de Martorana en el BMW oficial, verde musgo, de la empresa debi¨® volver grupas. ?Disculpe se?or, tengo orden de arriba de no dejarlo entrar en el edificio".La investigaci¨®n judicial sobre el pago de sobornos a funcionarios, empresas inexistentes o personas interpuestas o fallecidas, que rondan los 37 millones de d¨®lares, seg¨²n los primeros c¨¢lculos, caus¨® la noche del lunes la ca¨ªda del presidente del Banco de la Naci¨®n, Aldo Dadone, y tres directores. Su sucesor en la presidencia de la importante entidad bancaria, que cuenta con 520 sucursales en Argentina y oficinas en el extranjero, reclam¨® la renuncia del resto, seg¨²n fuentes period¨ªsticas.
A la espera del resultado de las pesquisas en curso, ninguno de los funcionarios o ejecutivos Banco de la Naci¨®n o de IBM sancionados o ca¨ªdos en desgracia ha sido procesado, ni acusado formalmente. A todos, en distinto grado, se les imputan omisiones en el desempe?o de sus funciones profesionales pero la precisi¨®n de los cargos judiciales, o la. aparici¨®n de culpables con responsabilidades penales, dependender¨¢ mucho de las autoridades suizas, a quienes el gobierno argentino ha solicitado que levanten el secreto bancario y permitan la identificaci¨®n del titular de una cuenta secreta con ocho millones de d¨®lares, parte del suculento bot¨ªn.
Las empresas CONSAD y CCR, subcontratadas por IMB para establecer en el Banco de la Naci¨®n un "sistema inform¨¢tico alternativo" por 37 millones de d¨®lares figuran como principales sospechosas al denunciarse operaciones de pagos a difuntos, evasi¨®n fiscal con facturas falsas y pagos a clientes inexistentes. Juan Carlos Catt¨¢neo, segundo en una de las secretar¨ªas de la Presidencia del Gobierno, y estrechamente vinculado a la propiedad de CONSAD y CCR, renunci¨® por fuerza.
El esc¨¢ndalo puede tener serias derivaciones al sospecharse que el cohecho y las mismas trampas descubiertas ahora fueron empleados en los multimillonarios contratos de informatizaci¨®n suscritos por otros bancos o entidades p¨²blicas.
El presidente general de IBM, Louis Gerestner dirigi¨® personalmente la depuraci¨®n. Como era de esperar se public¨® una declaraci¨®n en la que la multinacional sostiene que, a la vista de la informaci¨®n disponible, sus ejecutivos no cometieron actos ilegales pero admite que no se aplicaron adecuadamente "controles gerenciales fundamentales y procesos en los negocios utilizados por IBM en todo el mundo. Por la envergadura y complejidad de la referida contrataci¨®n, creemos que esta falla es responsabilidad de nuestros m¨¢s altos ejecutivos en Argentina".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.