Sin cuotas de poder

El secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, prometi¨® en marzo pasado, en Copenhague, que para finales de este a?o las mujeres habr¨ªan alcanzado, dentro de la organizaci¨®n, la cuota del 35%.

Butros-Gali no ha podido venir a Pek¨ªn -oficialmente, la gripe tuvo la culpa- para contar c¨®mo va el proceso, aunque los n¨²meros siguen arrojando saldos negativos para la instituci¨®n que ha organizado esta IV Conferencia Mundial sobre la Mujer. En la ONU, s¨®lo el 28% de los trabajadores son mujeres y las que han logrado un alto nivel ejecutivo representan el 11% del total. De los 27 altos cargos de organizaciones, s¨®lo cuatro son mujeres. Como recordaba ayer una publicaci¨®n interna, de la conferencia, el techo de cristal tambi¨¦n est¨¢ instalado en la ONU.

Pero el documento que ha llegado a Pek¨ªn no ha introducido tampoco ninguna cuota de poder para las mujeres. La Uni¨®n Europea ha tra¨ªdo aqu¨ª la propuesta, que ha quedado aprobada, de que haya una "representaci¨®n equilibrada" en los ¨®rganos de toma de decisiones. Pero tampoco ha hecho presi¨®n alguna para establecer un mecanismo que muchos pa¨ªses desarrollados han puesto en pr¨¢ctica y con ¨¦xito, como Noruega.

La primera ministra de este pa¨ªs, Gro Harlem Brindtland, que estuvo con el peruano Alberto Fujimori en Pek¨ªn para cerrar esta cumbre, dec¨ªa ayer que "las europeas no deb¨ªan presionar mucho sobre esta cuesti¨®n porque muchos pa¨ªses no est¨¢n preparados todav¨ªa". Noruega fue uno de los primeros pa¨ªses del mundo en establecer cuotas de discriminaci¨®n positiva y hoy en su Parlamento hay un 40% de diputadas.

Esta cuesti¨®n, como la del reconocimiento de la homosexualidad y el derecho a no ser discriminado por tal circunstancia, est¨¢ visto que tendr¨¢n que esperar a pr¨®ximas conferencias.