El querido t¨ªo Oscar
Casi con estos libros aprend¨ªa yo la lectura. Y el teatro. Envidio a los espectadores nuevos, o alejados, o educados en la represi¨®n, que casi descubren ahora el ingenio y la malicia de hace cien a?os. Tengo que repetir mucho que una cosa es el teatro que sucede en el escenario al mismo tiempo que en la calle, y otra el que muestra lo que pas¨® hace cien a?os: ahora esta distancia es de cada d¨ªa.Tan fuerte, que en su tiempo el autor fue castigado y encerrado, y expulsado del pa¨ªs; y ahora me da la sensaci¨®n de que el p¨²blico casi comparte las sensaciones del personaje de las conveniencias, con el que Gemma Cuervo obtuvo un ¨¦xito personal. ,Puede que haya un salto atr¨¢s. Bueno, est¨¢ sobreactuado el personaje de Gemma como lo est¨¢n todos: es muy dif¨ªcil ser ingl¨¦s en un escenario espa?ol, y actuar con innuendo o con understatement, bajando las claves de las palabras y las frases.
La importancia de llamarse Ernesto
La importancia de llamarse Ernesto, de Oscar Wilde, versi¨®n de Luis Antonio de Villena, Int¨¦rpretes: Gemma Cuervo, Tom¨¢sayo, M¨¢nica Molina, Mar¨ªa Esteve, Jes¨²s V¨¢zquez, MarioMart¨ªn, Paco J. Barbero, Luis Lorenzo y Lola Mateos. Direcci¨®n: Pedro Miguel Mart¨ªnez. Teatro eina Victoria, 14 de septiembre de 1995.
Epoca altiva
Luis Antonio de Villena consigue en la traducci¨®n de la obra el artificio de "lo ingl¨¦s" tal como conviene verlo: una clase alta, luna ¨¦poca altiva. e hip¨®crita, un ingenio viv¨ªsimo para soportar el disparate. Cuando se escribe en castellano una obra hist¨®rica, hay un lenguaje artificial que no es el' de la ¨¦poca, pero tampoco es el actual: para hacer esa pintura.Luis Antonio de Villena traduce el ingl¨¦s de Wilde manteniendo todos los adverbios en mente que puede, todos los "oh, querido"` que convienen, y todas las alusiones necesarias al t¨¦ y a las flores, c¨®mo los actores enarcan las cejas y est¨¢n comedidos en los movimientos: si en todo ello se pasan hacia lo c¨®mico" m¨¢s que hasta lo humor¨ªstico, es si n duda una concesi¨®n para que el p¨²blico no se aburra tanto como podr¨ªa ocurrirle (es una versi¨®n larga: no se hab¨ªa representado as¨ª nunca, porque ya Wilde la cort¨® para el estreno).
A?ade, adem¨¢s, un homenaje a Wilde, al "querido Wild¨¦ digo yo, por anglizarme y porque de verdad amo a ese escritor: uno de los personajes le remeda, y en los entrecuadros se oyen canciones irlandesas que nada tienen que ver con la obra, pero s¨ª con el car¨¢cter del autor.
Todo esto pertenece al artificio necesario para colocar hoy sobre el escenario la ingeniosa, y pen entrante escritura; como el decorado distanciador. Todo fue muy bien-acogido:.Gemma Ciervo, las chicas, los chicos....
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