La banda fue lo mejor

La magn¨ªfica Banda de Pozohondo, que se encarga de amenizar las funciones t¨¢uricas desde hace varias temporadas, destac¨® muy por encima de lo que los protagonistas aut¨¦nticos, bureles y coletudos, alborearon sobre el rubio albero. El r¨ªtmico variad¨ªsimo y original repertorio del grupo que dirige el maestro Manolo Garc¨ªa deleit¨® los o¨ªdos de los cabales, esos aficionados fet¨¦n que acuden a la plaza en las novilladas con el ilusionado marchamo de contemplar, a falta de figuras del escalaf¨®n superior, si no rutilantes faneas, s¨ª la apasionada entrega de unos chavales que te¨®ricamente sue?an con la gloria. Pero entre que estos chavales son meras fotocopias unos de otros, sin sello ni vitola propia e incapaces de jug¨¢rsela de verdad a la b¨²squeda de los cortijos, y que los bichos, en diverso grado, eran bomboncitos de indigesto por excesivo dulce, el festejo transcurri¨® herrumbroso de arte y ayuno de un ingrediente tan fundamental como la emoci¨®n.Y eso, a pesar de que el incondicional apoyo y los ecos calientes del gran n¨²mero de seguidores que arrastr¨® Cham¨®n Ortega, oriundo de la vecina provincia de Cuenca, lograron con la complicidad y blandura presidencial que su ¨ªdolo saliera a hombros. Con cierto empaque y valiente quietud, Cham¨®n exprimi¨® a su terciado primero, de cortos cuernecejos, y mulete¨® con m¨¢s pavoneo y desparpajo que ajuste al casta?o quinto. Tambi¨¦n El Pireo sali¨® levemente de la vulgaridad al pelear contra el punto de violencia del sexto, y apunt¨®, sin disparar, algo de quietud y verticalidad con el bocirrubio tercero. Uceda Leal s¨®lo aport¨® fr¨ªa pulcritud en el enmorrillado que abri¨® festejo y en el escobillad¨ªsimo cuarto.

Mejor que los tres estuvo la noche anterior, en la novillada de promoci¨®n, Jos¨¦ Manuel Prieto, alumno de la Escuela de Tarazona de la Mancha, que no cuenta con ayuda oficial y dirige el matador retirado -Antonio Rojas. Sus fallos a espada le impidieron redondear un toreo verdadero, art¨ªstico y variado. Cort¨® una oreja, al igual que su compa?eros Paco Cruz y Juanjo Mart¨ªnez, de la escuela de Albacete excesivamente vulgares.