El Espanyol decide cuando el partido agonizaba

Del desv¨¢n al escaparate. El Espanyol sigue el mismo trayecto que el curso pasado. Incluso lo ha mejorado en un punto. Es un equipo que cuanto m¨¢s se le mira menos virtudes se le aprecian y, sin embargo, es un grupo result¨®n. Los n¨²meros cantan: tres partidos, nueve puntos, ocho goles, y code¨¢ndose con el Atl¨¦tico en la cabeza de la Liga. Puede que sufran para ganar, como ayer, pero nadie les va a ense?ar ahora a los periquitos qu¨¦ hacer para sobrevivir. El Espanyol siempre fue un club con un cierto aire masoquista.El equipo blanquiazul tuvo s¨®lo un cuarto de genio. Fue en el arranque del segundo tiempo. Pero el Albacete volvi¨® a coger el sitio en el campo y convirti¨® su zona en un muro. Nadie daba un duro por el Espanyol, y menos cuando el arbitro -desatinado todo el encuentro- mand¨® a Lard¨ªn al vestuario por acumular dos tarjetas amarillas. Pero surgi¨® ese esp¨ªritu de sufrimiento de los espa?olistas, las penurias del Albacete por la salida de Kasumov y Pochettino decidi¨®.