T¨¦cnica de una operaci¨®n de chantaje
En los primeros contactos entre Mario Conde y los aleda?os del Gobierno, en febrero, tras la salida de prisi¨®n del ex banquero, el planteamiento fue puramente personal. Conde, a trav¨¦s de sus asesores; cuestion¨® la intervenci¨®n de Banesto, denunci¨® la querella criminal y dijo que las actuaciones del juez Garc¨ªa-Castell¨®n eran pol¨ªticas. Tambi¨¦n expres¨® su voluntad de querellarse contra el vicepresidente. Narc¨ªs Serra.La continuidad del juez al frente de la instrucci¨®n del caso Banesto, bajo secreto, llev¨® al ex banquero a planificar una ofensiva p¨²blica a finales de abril pasado. El d¨ªa 25, precisamente, venc¨ªa el primer mandato de seis meses de Garc¨ªa Castell¨®n como juez de apoyo de la Audiencia Nacional, y la comisi¨®n permanente del Consejo General del Poder Judicial deb¨ªa adoptar una decisi¨®n.
Ese d¨ªa, Santaella public¨® un art¨ªculo en El Mundo en el que propon¨ªa apartar a Garc¨ªa-Castell¨®n del Juzgado 3. Lo que Santaella, que desde el 9 de enero trabajaba para Conde, no aclar¨® ni lo hizo el peri¨®dico es que se trataba de la opini¨®n del abogado de Conde. En cambio, se present¨®, de hecho, como la tribuna de un jurista independiente. Detr¨¢s de los bastidores ya hab¨ªa comen zado, en el mismo mes de febrero, una operaci¨®n secreta, toda, vez que Conde ten¨ªa controlado al menos un lote del material de Perote. Santaella dice la verdad: "Perote no exist¨ªa informativamente en esas fechas". Pero Perote exist¨ªa. Y Conde manten¨ªa con tactos con ¨¦l desde hac¨ªa tiempo. Hubo, por esas fechas, el 27 de febrero, una filtraci¨®n: las grabaciones al expresidente Adolfo Su¨¢rez, antecedente del esc¨¢ndalo de las escuchas del 12 de junio.
Con el lote aludido, el equipo de Conde elabor¨® un informe muy ampli¨®. Hubo dos destinatarios: Jos¨¦ Barrionuevo y Adolfo Su¨¢rez. El primero recibi¨® una vers¨ª¨®n m¨ªnima, fallos arrancados de un informe m¨¢s amplio. El segundo, una versi¨®n completa. Ambos hicieron llegar el mensaje al Gobierno.
La presi¨®n se increment¨® a finales de mayo. Conde envi¨® mensajes a Emilio Alonso Manglano, a trav¨¦s de dos personalidades -Su¨¢rez y Luis Mar¨ªa Ans¨®n- para que el director del Cesid declarara ante el juez del caso Crillon, Eduardo Moner, que Narc¨ªs Serra hab¨ªa encargado el Informe Crill¨®n. Los mensajes fueron transmitidos, pero Manglano declar¨®, el 1 de junio, que La Casa no pag¨® ni cinco c¨¦ntimos por el informe.
Fue la represalia a Manglano, a Serra y al Gobierno, bajo la forma del esc¨¢ndalo de las escuchas, el 12 de junio, lo que dispar¨® los acontecimientos. La presencia de Perote qued¨® al descubierto. Y fue detenido.
As¨ª fue como el ex banquero vio una oportunidad para vincular con el de Perote su propio caso, que no lograba una soluci¨®n, y que incluso parec¨ªa agravarse a ra¨ªz de la decisi¨®n del Consejo del Poder Judicial, el 25 de abril, de renovar por seis meses el mandato de Garc¨ªa-Castell¨®n. Hab¨ªa encontrado el nexo perfecto el abogado de Conde, Jes¨²s Santaella, pasaba a ser el letrado de Perote.
Como el Gobierno no ced¨ªa a las pretensiones del ex banquero-dejar fuera de combate a Garc¨ªa-Castell¨®n, pagar una indemnizaci¨®n entonces no cuantificada y respetar los contratos blindados impugnados por Banesto-, empez¨® la ¨²ltima etapa. Documentos de la enumeraci¨®n que lleg¨® al Gobierno en marzo comenzaron a ser filtrados.
Al recibir Gonz¨¢lez a Santaella, el 23 de junio, Conde se envalenton¨®. As¨ª entr¨® en escena, el 25 de julio, el abogado Mariano G¨®mez de Lia?o, con sus reivindicaciones.
Santaella defini¨® ayer exquisitamente el juego: con el Gobierno "las razones jur¨ªdicas son las que se ponen encima de la mesa". Las otras -la materia misma del chantaje- ya no hab¨ªa que mentarlas. Hab¨ªan llegado al destinatario por otras vias.
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