Andreotti pierde en el primer d¨ªa de juicio la batalla para que se televise su proceso
No ser¨¢ un proceso espect¨¢culo. El juez Francesco Ingargiola considera que las televisiones, los peri¨®dicos y las emisoras de radio garantizan suficientemente el derecho a la informaci¨®n, y prohibe que se televise en directo el juicio por asociaci¨®n a la Mafia de Glulio Andreotti. El siete veces presidente del Gobierno italiano y 17 veces ministro encaja esta primera derrota el primer d¨ªa de su proceso con un comentario escueto: "Acepto la decisi¨®n, pero hubiera querido otra cosa". Giulio Andreotti tiene razones para temer que, en pocas semanas, su juicio caiga en el olvido.
La indiferencia ante el proceso, evidente y chocante en esta capital de la Mafia que es Palermo, debe ser sentida como una terrible arma por quien sigue fiel a su lema de que "el poder desgasta a quien no lo tiene". "Si tuviese todav¨ªa poder, no me encontrar¨ªa como me encuentro", declar¨® Andreotti pocas horas antes del inicio del juicio.La imagen es poder, y de ah¨ª que el primer ex presidente del Gobierno del mundo que se sienta en el banquillo como mafioso haya reivindicado el derecho a que se aceptara la petici¨®n de la RAI, la televisi¨®n estatal italiana, de transmitir en directo todo el proceso.
Hubiera sido una excelente oportunidad de mantener una presencia constante en las casas de los italianos, de defenderse en primera persona con la habilidad dial¨¦ctica que no le niega nadie durante las m¨¢s de 200 audiencias que la defensa prev¨¦ para el caso. Si esas previsiones son exactas, la sentencia en primera instancia tardar¨¢ m¨¢s de tres a?os.
Una cuesti¨®n de imagen explica tambi¨¦n el inter¨¦s de Andreotti por estar presente en su juicio desde el primer d¨ªa, cosa que en el sistema italiano no es obligator¨ªa ni siquiera para los acusados por la v¨ªa penal que se encuentren detenidos. Hace falta toda la carne en el asador si se quiere mantener el nivel de este espect¨¢culo en el desproporcionado marco del aula-b¨²nker del Ucciardone. Treinta jaulas vac¨ªas testimoniaban ayer que esta sala de alta seguridad del penal palermitano fue construida para los maxiprocesos del fallecido Giovanni Falcone, con decenas de peligrosos acusados apilados tras los barrotes.
El ¨²nico imputado del juicio inaugurado ayer, un anciano pol¨ªtico que resume los bienes y males de 50 a?os de historia de Italia, seg¨²n mantiene ¨¦l mismo, o un corrupto Belceb¨² emboscado tras los peores cr¨ªmenes que han marcado la posguerra del pa¨ªs,seg¨²n sus detractores, parec¨ªa m¨¢s encogido de lo habitual en los grandes espacios del Ucciardone. M¨¢s de 200 periodistas le serv¨ªan de comparsa y de coartada a los jueces que han estimado necesario el uso de tan gran escenario.
Giulio Andreotti entr¨® en la sala sobre las 9.55 horas pisando los talones de uno de sus grandes enemigos, Leoluca Orlando, el alcalde de Palermo, quien se ha constituido en parte civil para pedir "el resarcimiento de los da?os" que la ciudad ha sufrido por las presuntas actividades mafiosas de Andreotti.
Los numerosos carabineros y polic¨ªas encargados de garantizar el orden se cuadraron al entrar el acusado, rindi¨¦ndole el parad¨®jico honor que le corresponde como senador vitalicio. Con una sonrisa de circunstancias y la mano derecha ocupada, por una peque?a carpeta de cuero rojo repleta de papeles, Andreotti tom¨® asiento entre sus abogados, Franco Coppi y Odoardo Ascari. Mientras dur¨® la sesi¨®n, incluidas las pausas para deliberaciones, no se movi¨® ni demostr¨® emociones.
A las diez en punto de la ma?ana, el juez Ingargiola, presidente de la sala, declar¨® abierto el juicio. Procedi¨® con diligencia, y para las 11.30 hab¨ªa decidido las modalidades de informaci¨®n sobre el proceso: autoriz¨® las fotograf¨ªas, los informes de prensa escrita, la retransmisi¨®n ¨ªntegra en directo por radio y las filmaciones de televisi¨®n para su transmisi¨®n en diferido, pero no la retransmisi¨®n televisada en directo que quer¨ªa Andreotti y rechazaban los fiscales.
Traslado del proceso
El debate pas¨® luego a la cuesti¨®n m¨¢s intrincada de la competencia, que en el juicio preliminar fue tambi¨¦n resuelta en contra de Andreotti. ?ste pide que el proceso sea transferido a Roma, al llamado Tribunal de Ministros, un ¨®rgano integrado a tiempo parcial por algunos de los magistrados de cada audiencia territorial para juzgar a miembros del Gobierno. "Me evitar¨ªa muchos desplazamientos", explic¨® Andreotti.
La defensa sostiene que si el acusado hubiera hecho las cosas con la Mafia que pretenden los fiscales, las habr¨ªa hecho en Roma y en tanto que miembro del Gobierno. Los fiscales responden que a Andreotti se le juzga por su relaci¨®n de simple pol¨ªtico con una entidad. criminal que opera en Sicilia. Sugieren, adem¨¢s, que el procesado puede tratar de llevar su caso a un terreno donde pueda influir m¨¢s sobre los jueces. El trilbunal se pronunciar¨¢ en la pr¨®xima audiencia, el 6 de octubre.
Andreotti manifest¨® al t¨¦rmino de la sesi¨®n que la primera jornada del juicio hab¨ªa terminado con "algo m¨¢s que un empate" a su favor. El argurmento esgrimido por el veterano pol¨ªtico fue que se le acusa de delitos presuntamente cometidos como jefe de una corriente de la Democracia Cristiana. "Al menos me reconocen", se?al¨®, "que ni como ministro, ni como primer ministro, hice nada" para favorecer a la Mafia.
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