El tribunal de Estrasburgo condena a Londres por la muerte de tres miembro del IRA en Gibraltar

Una estrecha mayor¨ªa (diez jueces contra nueve) permiti¨® ayer al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, infligir una de las mayores derrotas legales de los ¨²ltimos tiempos al Gobierno brit¨¢nico. El alto tribunal dictamin¨® que la muerte en Gibraltar de tres activistas del IRA en marzo de 1988, por disparos de las fuerzas de ¨¦lite del Ej¨¦rcito brit¨¢nico, fue ilegal, al violar el art¨ªculo 2 de la Declaraci¨®n de Derechos Humanos.

Mientras familiares de las v¨ªctimas y miembros del Sinn Fein (brazo pol¨ªtico del IRA) se felicitaban por el veredicto, el vicepresidente del Gobierno brit¨¢nico, Michael Heseltine lo calific¨® de "incre¨ªble" e "incomprensible", y advirti¨® que el Reino Unido "no har¨¢ nada" para, modificar su legislaci¨®n antiterrorista.Los jueces del tribunal de Estrasburgo han llegado a la conclusi¨®n de que no hubo justificaci¨®n para el uso de tan contundente fuerza en base a la evidencia que pose¨ªan las fuerzas de seguridad. El fallo considera al Gobierno brit¨¢nico culpable de violaci¨®n del art¨ªculo 2 de la Convenci¨®n de Derechos Humanos, que sanciona el derecho a la vida. Londres tendr¨¢ que tomar buena nota de la sentencia en lo tocante al uso de las armas por las fuerzas de orden p¨²blico y pagar las costas de un juicio que fue elevado ante el Tribunal Europeo por los familiares de las tres v¨ªctimas.

Aun as¨ª, los jueces de Estrasburgo niegan en su salom¨®nica sentencia el derecho de ¨¦stos a percibir la indemnizaci¨®n reclamada, por entender que, en el momento de ser abatidos, los tres miembros del IRA preparaban un atentado con un coche bomba. Danny McCann, Mairead Farrell y Sean Savage fallecieron tras recibir el impacto de 5, 8 y 16 balas, respectivamente, disparadas por miembros de las SAS -cuerpo de ¨¦lite del Ej¨¦rcito brit¨¢nico-, en una calle de Gibraltar en marzo de 1988.

Los tres activistas del IRA hab¨ªan sido descubiertos por las fuerzas de seguridad dos d¨ªas antes, al poner los pies en Espa?a. Los servicios secretos ten¨ªan datos suficientes como para intuir que los tres preparaban un atentado terrorista en la colonia brit¨¢nica.

Sin embargo, una vez examinados los cuerpos, ca¨ªdos en medio de la calle, la polic¨ªa comprob¨® que los terroristas iban desarmados y tampoco portaban detonador alguno con vistas a hacer explotar un coche sospechoso, estacionado en Gibraltar. S¨ª se encontr¨® m¨¢s tarde una bomba en otro veh¨ªculo alquilado por Farrell utilizando un nombre falso, en un aparcamiento subterr¨¢neo de Marbella.

El Partido Laborista, normalmente un firme apoyo del Gobierno en lo tocante a temas de terrorismo, no se atuvo ayer a su habitual l¨ªnea de consenso. Jac Straw, portavoz de seguridad del partido, coment¨® escuetamente: "Le guste o no, al Gobierno brit¨¢nico le incumbe ahora atenerse a la letra y al esp¨ªritu de la sentencia".

El Parlamento de Dubl¨ªn opt¨®, por su parte, por evitar un precipitado debate sobre la sentencia, si bien el Gobierno manifest¨® que el veredicto sienta un precedente para todos los Gobiernos europeos sobre el modo de usar la fuerza contra el terrorismo.

En Belfast, la capital de Irlanda del Norte, el Partido Unionista del Ulster encaj¨® con indignaci¨®n la resoluci¨®n de Estrasburgo. Ken Maginnis, portavoz de seguridad del partido, calific¨® la decisi¨®n de los jueces de aut¨¦ntico "manifiesto del terrorista".