La Marina francesa aborda en Mururoa a otro barco de Greenpeace y detiene a sus tripulantes
La flotilla para la paz reunida frente a Mururoa lanz¨® ayer un nuevo barco hacia el atol¨®n. Esta vez fue el Vega, capitaneado por el propio cerebro de la flotilla, el canadiense David McTaggart, el que entr¨® en la zona de exclusi¨®n de 12 millas para llevar a tierra a 21 polinesios que reclamaban sus derechos hist¨®ricos sobre Mururoa. "Estamos aqu¨ª para pedirles, presidente Chirac y almirante, que acaben con todas las pruebas nucleares", dec¨ªa el manifiesto que entregaron a las autoridades francesas. El Vega y sus tripulantes fueron detenidos por una patrulla de la Marina.
La de ayer fue, quiz¨¢, la ¨²ltima batalla naval del viejo McTaggart. Con 63 a?os y enfermo de enfisema, aunque con una vitalidad inagotable, el fundador y m¨¢ximo dirigente de Greenpeace, hasta 1991 quiso cerrar su participaci¨®n en la campana antinuclear de 1995 con un beau geste. Para trasladar al grupo de polinesios, hombres y mujeres, utiliz¨® su yate particular, el Vega, con el que ya en 1972 particip¨® en la protesta contra las explosiones francesas (entonces fue apaleado por un grupo de soldados y perdi¨® la visi¨®n de un ojo) y a bordo del cual hab¨ªa dirigido la flotilla para la paz desde que, el pasado 2 de septiembre, el MV Greenpeace y el Rainbow Warrior fueron apresados.El ex director ejecutivo de Greenpeace, acompa?ado por su tripulante y amigo Chris Robinson, australiano, se despidi¨® de la flotilla hacia las nueve de la ma?ana (diez de la noche, hora espa?ola) y se dirigi¨® hacia Mururoa. Una fragata y una patrullera de la Marina francesa siguieron a distancia al Vega, y cuando el velero entr¨® en aguas territoriales convergieron hacia ¨¦l. El abordaje se produjo a las 13.16 (0.16, hora peninsular espa?ola), cuando el Vega se encontraba a menos de diez millas de la costa, seg¨²n Audrey Cardwell, portavoz de Greenpeace en el Manutea. Los dos miembros de Greenpeace y los 21 polinesios fueron conducidos a Mururoa.
"No tenemos noticias de ellos, pero suponemos que ser¨¢n tratados correctamente y que ser¨¢n enviados a Papeete o Tureia en el primer avi¨®n militar", dijo a este peri¨®dico. el capit¨¢n del Manutea Brad Ives. El Vega quedar¨¢ en poder de la Marina francesa, al igual que el Rainbow Warrior y el MV Greeppeace. La organizaci¨®n ecologista ha iniciado accioness legales para recuperarlos.
McTaggart planeaba la incursi¨®n de los polinesios desde principios de septiembre. El dirigente independentista Oscar Temaru colabor¨® en la acci¨®n proporcionando referencias hist¨®ricas y convenciendo aun grupo de habitantes de Tureia, entre ellos su propia hermanastra, para que se embarcaran. La idea de McTaggart era lanzar la incursi¨®n inmediatamente despu¨¦s de la protagonizada el 9 de septiembre por un grupo de ocho parlamentarios de diferentes pa¨ªses, pero la falta de medios dificult¨® las cosas. El velero estadounidense Manutea, buque insignia de la flotilla, tuvo que desplazarse hasta Tureia y llevar a los polinesios hasta alta mar. "Quer¨ªamos que tambi¨¦n vinieran ni?os, pero el oleaje nos pareci¨® demasiado fuerte y el grupo se compuso de adultos exclusivamente", explic¨® Brad Ives.
La isla de Tureia se encuentra a 78 millas n¨¢uticas al norte de Mururoa y Fangataufa, y durante siglos, hasta el protectorado franc¨¦s (1843), ejerci¨® una cierta potestad administrativa sobre los dos atolones gemelos. Con esa base, la expedici¨®n polin¨¦sica de ayer quiso reivindicar sus derechos sobre la tierra en que ahora se efect¨²an los ensayos nucleares. "Durante m¨¢s de 30 a?os", dec¨ªa la declaraci¨®n que portaban los polinesios, "el Gobierno franc¨¦s ha da?ado seriamente a nuestros hijos, nuestras isla s y nuestros oc¨¦anos. Respetuosamente exigimos que cese toda prueba de armas nucleares en nuestra propiedad y que Mururoa y Fangataufa nos sean devueltos". La respuesta, seg¨²n el texto, era esperada en el plazo de 15 d¨ªas. De no recibir contestaci¨®n, se emprender¨ªan "nuevas acciones para resolver el problema".
Lynette Thornstensen, coordinadora de Greenpeace en Papeete, destac¨® el "alto valor simb¨®lico" del apresamiento del Vega, el primer buque antinuclear de la organizaci¨®n.
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