La seguridad del Rey y la red del sur de Francia

En declaraciones a varios medios informativos, el coronel Juan Alberto Perote, ex n¨²mero dos de los servicios secretos, asegur¨® la semana pasada que, en las aproximadamente 1.200 microfichas que se llev¨® del Cesid, no figuraba "ni una sola l¨ªnea sobre la familia real".Perote dice la verdad: en las microfichas no hay ninguna alusi¨®n al Rey. El problema est¨¢ en que no son las microfichas los ¨²nicos papeles que sac¨® de la sede de los servicios secretos del Cesid su antiguo jefe de operaciones.

El coronel se llev¨® "inadvertidamente", seg¨²n su propio testimonio, numerosos informes, tantos que el centro no ha conseguido todav¨ªa realizar un inventario exhaustivo y definitivo de los mismos.

Pero s¨ª saben los mandos del centro que, entre la documentaci¨®n sustra¨ªda, figuran las memorias anuales del servicio secreto, as¨ª como las de su Agrupaci¨®n Operativa, y en las mismas se detallan, adem¨¢s de otros muchos extremos, los planes de seguridad de los Reyes, tanto en el palacio de la Zarzuela como en sus desplazamientos.

Con todo, la difusi¨®n de estos planes apenas preocupa en comparaci¨®n con numerosos los perjuicios que acarrear¨ªa la puesta al descubierto de la red montada por el servicio secreto en el sur de Francia y en el entorno de la banda terrorista ETA, incluida Herri Batasuna.

Forman parte de esta red del Cesid desde los agentes infiltrados hasta las personas que pasan informaci¨®n al servicio secreto (incluidos polic¨ªas franceses), los pisos francos o las empresas que sirven de pantalla y con las que el Cesid encubre sus actividades.

Lo mismo cabe decir de las redes, establecidas en la zona del norte de ?frica con Oriente Pr¨®ximo, cen el agravante de que, en pa¨ªses como Ir¨¢n o Irak, la misma cobertura es utilizada por los agentes de varios servicios occidentales, que se reparten ¨¢reas de influencia y se apoyan mutuamente.