Los portugueses votan hoy la continuidad o el cambio socialista
Casi nueve millones de portugueses decidir¨¢n hoy si optan por la continuidad o el cambio: si, pese a todo, renuevan su confianza al partido del Gobierno -un Partido Social Dem¨®crata (PSD) que no encabeza ya el primer ministro, Am¨ªbal Cavaco Silva- o si apuestan por un cambio que el Partido Socialista (PS) ha prometido moderado. Hay sondeos y apuestas para todos los gustos, aunque el PS parti¨® como claro favorito en la campa?a para estas elecciones legislativas. Una cosa se da por descontada: ninguno de los dos lograr¨¢ el 43%-45% de los votos necesarios para lograr la mayor¨ªa absoluta de los esca?os en la Asamblea de la Rep¨²blica.
Unos 3.000 candidatos de una decena de partidos competir¨¢n por los 230 esca?os de la Asamblea. S¨®lo cuatro -la derecha centrista del PSD, la izquierda centrista del PS, un partido comunista que no ha renunciado a ninguno de los principios de la ortodoxia marxista y una derecha radical vestida de juventud y reivindicaciones- tienen posibilidades reales de entrar en el Parlamento.Los cabezas de lista de los cuatro partidos estrenan liderazgo en esta consulta electoral y, en buena medida, se juegan su continuidad como tales.
Fernando Nogueira, eterno n¨²mero dos de Cavaco Silva en el PSD, es el pol¨ªtico con m¨¢s experiencia en tareas de gobierno desde la revoluci¨®n. Seg¨²n un ranking que publica la revista Expresso, Nogueira ha estado 4.289 d¨ªas en tareas ejecutivas. Cavaco Silva queda en un honroso tercer puesto, con 3.988 d¨ªas en el Gobierno. Bajo el lema "Un hombre de confianza", Nogueira encarna la continuidad sin sobresaltos que pide el PSD.
Antonio Guterres, cabeza de lista del PS, no aparece en el ranking de Expresso. Su experiencia se limita a la Asamblea de la Rep¨²blica, donde ha sido portavoz del grupo socialista desde que, en febrero de 1992, sustituy¨® a Jorge Sampaio como secretario general del partido.
La salida de Sampaio entonces fue una consecuencia directa del escaso ¨¦xito electoral de los socialistas en 1991, cuando Cavaco renov¨® su mayor¨ªa absoluta. Guterres ofrece una reconocida habilidad de buen orador, en el Parlamento y durante la campa?a, y cierto prestigio como hombre culto y pol¨ªtico dialogante.
Carlos Carvalhas, secretario general del Partido Comunista Portugu¨¦s, s¨ª puede ofrecer experiencia de gobierno -450 d¨ªas-, aunque ¨¦sta se remonte a la noche de los tiempos revolucionarios. Y quiere hacerla efectiva. A la sombra del octogenario ?lvaro Cunhal, presidente y l¨ªder espiritual de los comunistas, Carvalhas ha pedido el voto de la izquierda para obligar a los socialistas a pactar con ellos, pero el PS no quiere ni o¨ªr hablar de ello.
Manuel Monteiro, cabeza de lista del Partido Popular (PP), ha explotado la imagen de ser nueyo en todo. Una de sus cr¨ªticas al resto de los candidatos es que son "hombres de otro tiempo". S¨®lo a ¨¦l, que enarbola su juventud -"la edad de Cristo"- como argumento, se le ha fotografiado esta campa?a jugando al futbol¨ªn o montado en coches de choque en las ferias. Encabeza el PP desde marzo de 1992 y su objetivo es que el partido supere la decena de diputados. Ahora tiene cinco.
Escaso carisma
Ninguno de los cuatro despierta esas pasiones que hacen calificar a los pol¨ªticos de carism¨¢ticos. Los asesores de Nogueira argumentan que el carisma se gana, que tambi¨¦n se dec¨ªa eso al principio de Cavaco. A los de Guterres les parece perfecto que su jefe no sea carism¨¢tico, porque la imagen que ¨¦ste intenta vender es la del hombre sencillo, honrado, cercano al pueblo, que est¨¢ en la vida pol¨ªtica por sus ideales y que pretende "moralizar" la vida p¨²blica. Adem¨¢s, la referencia carism¨¢tica del PS, Mario Soares, presidente de la Rep¨²blica, ensombrecer¨ªa cualquier intento en este sentido.La mayor parte de los sondeos da la victoria, por poco, al PS. Pero los sondeos se equivocaron en las ¨²ltimas elecciones europeas y en estas han subrayado el elevado n¨²mero de indecisos.
Con todos los escenarios abiertos, la principal inc¨®gnita reside en cu¨¢l ser¨¢ el partido m¨¢s votado. Probablemente lo ser¨¢ el PS, aunque sin alcanzar los 216 diputados que permiten gobernar sin sobresaltos. Los socialistas han anunciado que, en este caso, gobernar¨¢n en minor¨ªa con acuerdos. puntuales con los distintos grupos opositores en la Asamblea.
Pero no hay que descartar que los portugueses brinden hoy la victoria, tambi¨¦n. por escaso margen, al PSD. Aqu¨ª queda abierta una lejana posibilidad de acuerdo con el Partido Popular si ¨¦ste, tal y como ha pedido a los votantes, supera los diez diputados.Tambi¨¦n es posible que uno de los dos -PS o PSD- logre la mayor¨ªa absoluta, en contra de lo que apuntan los sondeos. Y no es imposible un virtual empate de ambos en n¨²mero de diputados, lo que pondr¨ªa la llave de la gobernabilidad en manos de los dos extremos.
Hay una ¨²ltima posibilidad, aunque s¨®lo hipot¨¦tica: que el partido m¨¢s votado no logre que su programa de gobierno sea capaz de aglutinar suficiente apoyo como para pasar la votaci¨®n en la Asamblea.
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