Se abre la campa?a para las presidenciales con la inc¨®gnita de la candidatura de Cavaco
Acab¨® el tiempo de las legislativas de octubre. Empieza la cuenta atr¨¢s para las presidenciales de enero. Portugal tiene el tiempo justo para limpiar pueblos y ciudades de los carteles que ped¨ªan el voto para elegir los 230 diputados y empezar a pegar los nuevos. Pero falta un peque?o detalle. Antes hay que encontrar candidatos. S¨®lo Jorge Sampaio, alcalde socialista de Lisboa, ha anunciado su candidatura. La gran inc¨®gnita es qui¨¦n presentar¨¢ el Partido Social Dem¨®crata (PSD). Desde fuera la respuesta parece f¨¢cil. ?Qui¨¦n mejor que An¨ªbal Cavaco Silva, que dirigi¨® el Gobierno durante los 10 a?os en los que se moderniz¨® el pa¨ªs? Desde dentro la respuesta no es tan f¨¢cil.
Cuando Cavaco anunci¨® en enero su renuncia a encabezar las listas del PSD para las legislativas, no faltaron las interpretaciones de su voluntad: es listo y deja el Palacio de S¨¢o Bento (residencia del primer ministro) para abrirse paso hacia el Palacio de Bel¨¦n (sede de la presidencia de la Rep¨²blica). Pero hay otra interpretaci¨®n m¨¢s mal¨¦vola que gana adeptos, incluso en su propio partido: es listo y se ol¨ªa que su forma de gobierno en los ¨²ltimos a?os hab¨ªa agotado la paciencia de los portugueses. Y, antes que perder, se retir¨®.Cavaco no despej¨® la inc¨®gnita de las causas de su renuncia y dijo que ten¨ªa que meditar sobre su futuro. Otra vez dos interpretaciones. La positiva: es un pol¨ªtico con visi¨®n de futuro y no quiere que su decisi¨®n influya en las legislativas. ?Por qu¨¦ habr¨ªa de hacerlo? Porque los portugueses, tradicionalmente, intentan guardar cierto "equilibrio entre las instituciones y la pol¨ªtica", seg¨²n afirm¨® el domingo el a¨²n ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Dur¨¢o Barroso. En lenguaje de la calle, porque los portugueses evitan poner todos los huevos en la misma cesta. Faltaba la segunda interpretaci¨®n, la negativa: es un pol¨ªtico con visi¨®n de futuro y hasta que no vea si tiene posibilidades claras de triunfo, y, sobre, todo, si su papel en Bel¨¦n va a ser algo m¨¢s que decorativo, no decidir¨¢ nada.
Fueran cuales fuesen los motivos de Cavaco para mantener el suspense, la situaci¨®n actual es la siguiente. El Partido Social Dem¨®crata ha perdido las elecciones, y por mucho. La casi absoluta mayor¨ªa absoluta socialista dejar¨¢ las funciones de ¨¢rbitro que la Constituci¨®n confiere al presidente de la Rep¨²blica para mejor ocasi¨®n. De momento s¨®lo hay un candidato, y socialista, para las presidenciales; no es mucha competencia si se mantiene la complicada teor¨ªa pol¨ªtica de los huevos y la cesta.
Que Cavaco se decida
Cavaco ha tenido ocho meses para meditar su decisi¨®n. Los pol¨ªticos y la prensa, el mismo tiempo para hacer c¨¢balas. El PSD ya no aguanta m¨¢s. El domingo, nada m¨¢s saber que un mill¨®n de votantes les hab¨ªan dado la espalda, pidieron a Cavaco que diga ya cu¨¢l es su decisi¨®n.En p¨²blico y ante los periodistas, le solicitaron, por el bien del partido, que se presente. Una petici¨®n que ten¨ªa el mismo aroma y dramatismo utilizado desde hace tiempo por los socialistas espa?oles para pedir la continuidad de Felipe Gonz¨¢lez. Fernando Nogueira, el gran derrotado en las elecciones del 1 de octubre, transmiti¨® a Cavaco que el partido y ¨¦l mismo estaban dispuestos a apoyarle. Dur¨¢o Barroso, m¨¢s duro, apel¨® a los "intereses nacionales", y, "como militante", pidi¨® a Cavaco que concurra, que salve el honor del PSD en las presidenciales. En privado, parece que no todo eran s¨²plicas. Ah¨ª el PSD ped¨ªa a Cavaco que se defina y pronto. Que si no es ¨¦l habr¨¢ que buscar un candidato, y r¨¢pido; pues nada ser¨ªa m¨¢s dr¨¢matico para el PSD, despu¨¦s del revolc¨®n del domingo, que perder tambi¨¦n las presidenciales.
La decisi¨®n de Cavaco. podr¨ªa anunciarse esta semana, pues el aparato socialdem¨®crata se re¨²ne para analizar los resultados. El domingo, Cavaco no quiso decir casi nada. El argumento: "En esta campa?a nunca hemos mezclado las legislativas con las presidenciales". La campa?a y las elecciones acabaron. Pero Cavaco dej¨® caer: "Mi posici¨®n no cambia de un d¨ªa para otro". Falta saber cu¨¢l es.
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