Presiones infructuosas
A la cuarta no fue la vencida. El ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Javier Solana, hizo la semana pasada un intento, el cuarto por parte de la Uni¨®n Europea en lo que va de a?o, de lograr que el r¨¦gimen iran¨ª abrogue la fatwa (condena a muerte religiosa) promulgada contra el escritor brit¨¢nico Salman Rushdie por su libro Versos sat¨¢nicos.Solana se entrevist¨® el martes en Nueva York, al frente de una troika comunitaria integrada por altos funcionarios de Francia e Italia, con su hom¨®logo iran¨ª, Ali Akbar Valayati, al que pidi¨® que Teher¨¢n rectifique al m¨¢s alto nivel, formal y publicamente aquella condena pronunciada hace seis a?os.
El jefe de Estado iran¨ª, Ali Akbar Hachem¨ª Rafsanjani, deber¨ªa prometer, seg¨²n Solana, que su pa¨ªs acatar¨¢ la legalidad internacional, rechazar¨¢ el terrorismo y comprometer¨¢ adem¨¢s a no enviar a agentes o mercenarios para acabar con la vida de Rushdie,
La iniciativa de Solana llov¨ªa sobre mojado. Los embajadores de Francia, Alemania y Espa?a hicieron la pasada primavera en Teher¨¢n una gesti¨®n similar en nombre de la UE, en junio los Quince reiteraron su petici¨®n a una delegaci¨®n iran¨ª en Par¨ªs y, el 8 de septiembre, se celebr¨® en Madrid una reuni¨®n semisecreta para insistirles de nuevo. En vano.
Velayati dio largas a sus interlocutores. El car¨¢cter solemne y formal de la enmienda que solicitan los comunitarios, sobre todo a petici¨®n del Reino Unido, resulta algo humillante para los iran¨ªes, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas espa?olas. El jefe de la diplomacia iran¨ª sugiri¨®, sin embargo, a Solana y a sus colaboradores que viajen a Teher¨¢n para entrevistarse con Raflanjani y entablar un di¨¢logo que no se ci?a al caso Rushdie pero en cuyo marco se podr¨ªa encontrar tambi¨¦n una soluci¨®n para el escritor.
A Rafsanjani no le har¨¢n ese favor. Teher¨¢n sigue siendo una capital apestada, poco visitada por los responsables occidentales. Por eso cuando la pisa un vicepresidente del Senado espa?ol, como Joan Rigol que estuvo all¨ª el martes, el jefe de Estado iran¨ª hace un hueco en su agenda y le recibe.
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