Un fino equilibrista

No hab¨ªa en 1991 mucho analista dispuesto a augurar m¨¢s de algunos meses de paz en Macedonia. Demasiados eran los peligros que acechaban y acechan a este peque?o pa¨ªs por el que pasa la principal arteria norte-sur de los Balcanes-; demasiados los vecinos (cuatro: Grecia, Bulgaria, Serbia y Albania) dispuestos a considerar caso de guerra la intervenci¨®n de cualquiera de los otros tres; y demasiados los factores de inestabilidad interna como la divisi¨®n ¨¦tnica y el nacionalismos rampante de serbios, eslavomacedonios ,y albaneses y la miseria.Y todos estaban de acuerdo en que el estallido del conflicto b¨¦lico en Macedonia no s¨®lo hubiera hecho parecer las matanzas de Bosnia simples reyertas, sino que hubiera arrastrado a todos sus vecinos y a Turqu¨ªa a una guerra terrible que hubiera hecho saltar por los aires a la Alianza Atl¨¢ntica e incendiado toda la regi¨®n desde los Alpes al Egeo y al Mar Negro.

Que esto no haya sucedido hasta ahora se debe en gran medida a un hombre delgado, de aspecto fr¨¢gil pero correoso y h¨¢bil en la negociaci¨®n, consciente de que todo error puede ser el ¨²ltimo y arrastrar¨ªa a la cat¨¢strofe a su pueblo.

Fue luchador antifascista desde su ni?ez, pero ya un macedonio identificado con este pueblo cuya existencia niegan sus vecinos Serbia, Bulgaria y Grecia. Hizo carrera en el aparato comunista tito¨ªsta y lleg¨® como presidente de esta rep¨²blica yugoslava a la demolici¨®n del Estado federal.

Partidario de la f¨®rmula de la confederaci¨®n propuesta por Croacia y Eslovenia para evitar en el ¨²ltimo momento la !guerra, intent¨® reactivarla tras la secesi¨®n de aquellas rep¨²blicas para evitar con lzetbegovic; que Bosnia y Macedonia corrieran igual suerte.

Fracas¨® en esto, pero desmostr¨® habilidad y capacidad de compromiso para impedir ser arrastrado a la guerra.

Puso puente de plata a las tropas serbias que se retiraron de Macedonia sin disparar un solo tiro. Desde entonces ha de mostrado ser un gran negociador, un hombre simp¨¢tico y un virtuoso equilibrista entre los ultranacionalistas albaneses que quieren arrebatarle un tercio de su territorio y los macedonios radicales del VMRO. Ha sido el gestor de la fr¨¢gil paz en Macedonia. Quienes han querido matarlo lo saben. Porque si Gligorov s¨®lo ten¨ªa como prioridad impedir la guerra y abrir Macedonia al mundo, sus enemigos buscan sin duda lo contrario.