La juez investiga la posible muerte de dos testigos del caso de Susana

El Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 16 de Madrid investiga si han muerto dos de los cuatro supuestos ultraderechistas cuyos nombres figuran en la grabaci¨®n de un cabeza rapada que sostiene que Susana Ruiz fue asesinada. Este dato se desprende de un escrito que la juez ha remitido a la Brigada Provincial de Polic¨ªa Judicial y en el que se solicita la localizaci¨®n de tres testigos que fueron llamados a decIarar el pasado 27 de septiembre, pero que no acudieron al juzgado. Aquel d¨ªa s¨®lo se person¨® Fernando Perdices, al que el rapado relacion¨® en su confesi¨®n con el grupo Bases Aut¨®nomas.

La juez, en su escrito, pide a la polic¨ªa que determine si dos de los citados -Carlos Rodrigo Ruiz de Castro y Antonio Javier Marug¨¢n Delicado- siguen vivos. Ruiz de Castro, un cabecilla ultraderechista, se suicid¨® en enero de un tiro en la cabeza, seg¨²n fuentes policiales. Antonio Javier Marug¨¢n Delicado figura en la cinta como un cabeza rapada de Alcobendas. El tercer "hombre es Ram¨®n Ramos Guill¨¦n, otro rapado.

El cad¨¢ver de Susana Ruiz fue descubierto por unos obreros que allanaban un camino situado entre Coslada y Vic¨¢lvaro. La joven, que muri¨® con 16 a?os, llevaba la misma ropa que vest¨ªa el 10 de enero de 1993, d¨ªa en que" desapareci¨®. La ¨²ltima vez que se la vio con vida sal¨ªa de un caser¨®n donde hab¨ªa celebrado una fiesta de cumplea?os.

A 400 metros de aquel lugar fue descubierto semanas despu¨¦s el cad¨¢ver, semienterrado y en avanzado estado de descomposici¨®n. Ten¨ªa el pantal¨®n y las bragas bajadas a la altura de las rodillas. Sin embargo, ni la juez ni la polic¨ªa han demostrado que se tratase de un crimen.

Bases Aut¨®nomas

La cinta que ha reactivado el caso fue grabada hace nueve meses por el cabeza rapada Jos¨¦ Ram¨®n Orellana, de 22 a?cos. En su supuesta confesi¨®n vincula la muerte de Susana Ruiz con la acci¨®n de Bases Aut¨®nomas, un grupo neonazi en el que milit¨®.Tras grabar la cinta, el rapado huy¨® de casa por temor a que le matasen sus antiguos compa?eros, quienes, seg¨²n ¨¦l, le enviaron el siguiente an¨®nimo: "Est¨¢s muerto; vas a morir, y si aprecias a tu hermana, ten cuidado, porque lo que sepas no nos importa". Desde aquella fecha, la polic¨ªa desconoce el paradero de Orellana.

En su declaraci¨®n del pasado 27 de septiembre Fernando Perdices, de 30 a?os, ratific¨® en su declaraci¨®n parte de la grabaci¨®n del rapado. Pese a este reconocimiento, el testigo neg¨® toda implicaci¨®n en la extra?a muerte de Susana.

Los padres de la fallecida est¨¢n convencidos de que fue. asesinada. La autopsia, sin embargo, concluy¨® que la muerte se debi¨® a una parada cardiaca. Los forenses, con todo, reconocieron que no se pudo determinar con fiabilidad que Susana hubiese tomado drogas. Tampoco determinaron la causa exacta del ¨®bito.