El joven gigante
EL MI?RCOLES se conmemora el quinto aniversario de una fecha hist¨®rica para Alemania y de inmensas consecuencias para toda Europa. Despu¨¦s de medio siglo de divisi¨®n en dos Estados radicalmente enfrentados entre los que discurr¨ªa el frente ideol¨®gico, pol¨ªtico y militar de la guerra fr¨ªa, Alemania celebraba la unificaci¨®n. No hab¨ªa transcurrido ni un a?o desde el vertiginoso colapso del r¨¦gimen comunista de la Rep¨²blica Democr¨¢tica y todas las resistencias a la uni¨®n fueron vanas tras aceptar Mosc¨² la integraci¨®n de su antiguo aliado en la Rep¨²blica Federal y en la Alianza Atl¨¢ntica.En el coraz¨®n de Europa surg¨ªa as¨ª un gigante de 80 millones de habitantes y con un poder¨ªo econ¨®mico que hac¨ªa empeque?ecer aun mas a sus vecinos y socios en la Uni¨®n Europea. Algunos de los temores que se agitaban entonces han demostrado ser infundados y la reconstrucci¨®n de los Estados orientales devastados econ¨®mica e industrialmente ha sido un ¨¦xito, si bien con altos costos no s¨®lo para la parte rica occidental, sino para toda la Uni¨®n Europea. Y la nostalgia con que recordaban sectores de la poblaci¨®n germano oriental el estado represor y paternalista se ha difuminado de forma similar a como ocurri¨® con la que sent¨ªa gran parte de la derecha espa?ola por el franquismo a principios de la transici¨®n. Aunque seguir¨¢ habiendo diferencias entre el este y el oeste de Alemania, de nivel y forma de vida, de car¨¢cter incluso y de agravios mutuos.
Respecto al papel de Alemania en Europa y en el mundo, el s¨²bito y radical fortalecimiento de un socio nunca complace a los dem¨¢s por muy aliados que sean. Los alemanes han tenido en Europa aliados leales, aunque nunca muchos amigos fervorosos. Pero siempre que los alemanes se han sentido en la historia grandes y solos han supuesto una amenaza, letalmente consumada en tres ocasiones en poco m¨¢s de un siglo. De ah¨ª el compromiso de los alemanes de la posguerra con la europeizaci¨®n de Alemania -para evitar la alemanizaci¨®n de Europa- y la vital importancia de que funcionen las instituciones occidentales en las que puedan debatirse intereses comunes a todos los socios y tambi¨¦n aquellas cuestiones en las que este gran pa¨ªs sostiene posiciones encontradas.
Alemania es hoy una potencia democr¨¢tica cuya energ¨ªa sirve desde hace d¨¦cadas al desarrollo de regiones menos avanzadas del continente y que ya juega un papel clave en la reconstrucci¨®n en Europa oriental de democracias liberales y econom¨ªas estables. Todos debemos congratularnos de que este lustro haya demostrado que Alemania ha sido capaz de reconstruirse a s¨ª misma y convertirse en pieza clave para la estabilidad, seguridad y prosperidad del continente europeo. Alemania gana en una Europa unida la garant¨ªa de su anclaje democr¨¢tico y la vacuna contra devaneos neutralistas y megal¨®manos. Los europeos ganamos una Alemania pr¨®spera como motor de una Europa libre. Eso es precisamente lo que se llama tener intereses comunes y ¨¦stos deben prevalecer sobre toda diferencia coyuntural y todo recelo hist¨®rico y agitaci¨®n nacional venga de donde venga.
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