Las entra?as del morbo

La curiosidad por el dolor ajeno aparc¨® en La Moraleja, lugar de residencia de Anabel Segura. Los curiosos que se acercaron al escenario del luto culparon a los periodistas por informar ampliamente del suceso. Pero, despu¨¦s, los mismos hablaron con los periodistas y preguntaron: "?Esto cu¨¢ndo sale?". S¨®lo los alumnos de un colegio pr¨®ximo huyeron despavoridos cuando una c¨¢mara les apunt¨®.Nunca he visto un teleobjetivo tan grande. Con ese aparato se pueden abrir las entra?as de la gente", comentaba un profesional de la c¨¢mara al ver la tecnolog¨ªa instalada por una televisi¨®n de la competencia. Con ese teleobjetivo, colocado en el exterior de la iglesia, los madrile?os pudieron ver en directo la misa, el f¨¦retro de Anabel Segura y todos los gestos de los que m¨¢s dolor sent¨ªan.

Un ni?o, pasada la eucarist¨ªa, gritaba insistentemente a su amigo, junto al cementerio: "?Has salido en Antena 3!". Una mujer le orden¨®: "?C¨¢llate, ni?o! Un respeto". El peque?o desapareci¨®. El silencio fue interrumpido por las voces de una periodista que hablaba por un tel¨¦fono m¨®vil: "Dile al jefe que no he podido conseguir ninguna declaraci¨®n de los padres".