'Atolladero', de ?scar Aibar, la ¨²nica pel¨ªcula espa?ola a concurso, causa decepci¨®n

Decepci¨®n, es la palabra que resume el estado de ¨¢nimo tras la proyecci¨®n de Atolladero, thriller futurista de ?scar Aibar; una peI¨ªcula de hombres para hombres, seg¨²n cofesi¨®n del cineasta que este cronista, faltar¨ªa m¨¢s, no le discute. Manoel de Oliveira, en cambio, el m¨¢s anciano de los cineastas, en activo en el mundo, entusiasm¨® con El convento, su ¨²ltima pel¨ªcula, colocada por la organizaci¨®n a concurso tal vez porque ella sola salva toda una selecci¨®n que, hasta ahora, resulta bien desafortunada.Con un reparto que encabezan John Malkovich y Catherine Deneuve, y con la inestimable ayuda de Goethe, La Iliada, Nietzsche y Shakespeare, Oliveira ha construido un primoroso tapiz en el cual la sencillez de la forma visual oculta la riqueza de un denso contenido entre ir¨®nico y sabio, la mirada de un hombre en el umbral de los 90 anos que contempla con distancia pero con cari?o a sus semejantes, y que habla de lo que en realidad ha sido desde siempre la materia prima de todo el arte de la pureza y de la tentaci¨®n, de la soberbia y del deseo, del intelecto y de los instintos. En resumen, de las obsesiones de los hombres y de las mujeres.

Iron¨ªa y sencillez

El filme narra la aparente b¨²squeda de un investigador que, convencido de que Shakespeare era un jud¨ªo espa?ol llamado Jacques P¨¦res, llega a un convento portugu¨¦s en busca de la prueba documental que atestig¨¹e su descabellada hip¨®tesis. All¨ª el investigador y su esposa, H¨¦lene, se encontraran con, cuatro personajes a cu¨¢l m¨¢s extra?o: una hermosa joven que conoce al dedillo el imponente archivo de la abad¨ªa, un intrigante cuidador y dos servidores.Hay iron¨ªa en el filme y mucha sencillez en su apariencia. Como Rohmer, como John Ford, como muchos otros creadores en el apogeo de su talento, Oliveira no necesita coloristas ejercicios de estilo para lograr sus fines, sino la eficacia segura de su herramienta, la c¨¢mara. Esta cr¨®nica s¨®lo debe recordar que El convento es la mejor pel¨ªcula vista en este festival hasta la fecha.

De Atolladero, la ¨®pera prima del guionista de c¨®mics Osc¨¢r Aibar, s¨®lo cabe decir que sorprende por lo que no debiera, y que sorprende mucho. De un guionista, sea de c¨®mic o de cine, se espera por lo menos un gui¨®n solvente, y no es el caso. Si algo falla estrepitosamente en el filme de Aibar es justamente la materia materia de la ficci¨®n, el progreso dram¨¢tico, la construcci¨®n de personajes.

Pero si esto es as¨ª en negativo, en positivo hay que reconocer que el filme funciona en lo que menos suelen los que, como ¨¦l, se apuntan en nuestro cine al fil¨®n del futurismo. Su dise?o de producci¨®n es notable, los efectos especiales son m¨¢s que correctos y no falta el sentido del humor. Es una l¨¢stima qu¨¦, adem¨¢s de un buen gui¨®n, falte, tambi¨¦n en el filme un verdadero productor, alguien capaz de obligar a rodar nuevamente una secuencia o, como es el caso, de hacer reescribir un gui¨®n hasta que tenga la m¨ªnima forma requerida, para contar una historia.