Leves historias de una familia bien

Despu¨¦s de 14 pel¨ªculas y varias series de televisi¨®n sobre argumentos propios dirigidas a lo largo de 25 a?os, al adaptar la novela El palomo cojo, de Eduardo Mendicutti, Jaime de Armi?¨¢n parte por primera vez de una idea ajena. Sin embargo, no tiene que cambiar su registro habitual, dado que esta historia tiene mucho que ver con sus tradicionales narraciones de la burgues¨ªa media.Desde el punto de vista de un ni?o de 10 a?os, la novela de Mendicutti narra los tres meses de un verano de la posguerra que pasa en la casa de sus abuelos, mientras descubre un nuevo mundo y comienza a despuntar su propia sexualidad.

Jaime de Armi?¨¢n aplica su larga experiencia a esta dif¨ªcil tarea y no consigue su prop¨®sito. Al prescindir del punto de vista infantil de la narraci¨®n, tanto los personajes como la leve situaci¨®n en que se mueven siguen siendo los mismos, pero resultan demasiado elementales.

Frente a estos personajes, que en buena medida han perdido su raz¨®n de ser al cobrar vida propia lejos de los ojos infantiles, poco pueden hacer grandes actores como Carmen Maura, Francisco Rabal, Tom¨¢s Zori o Ana Torrent, que se limitan a repetir su tipo dentro de su m¨¢s corto o largo papel. S¨®lo est¨¢ bien Mar¨ªa Barranco aunque pierde parte de su fuerza al realizar la mayor¨ªa de sus escenas con el ni?o Miguel ?ngel Mu?oz, que no tiene madera de actor. Excesivamente respetuoso con el original, Jaime de Armi?¨¢n mantiene el ritmo lento, aunque cuando al final la historia arranca, consigue el br¨ªo que debi¨® tener desde un primer momento.