"La guerra de los Balcanes demuestra que los a?os cuarenta est¨¢n todav¨ªa muy cerca"

M. CASALS i COUTURIEREn juventud, fuertemente influido por la generaci¨®n de autores intemacionalistas y pacifistas del periodo de entreguerras, Pierre Vilar e traslad¨® a Barcelona para estudiar en los archivos de la Corona de Arag¨®n los documentos que le permitieron explicarse y explicar m¨¢s tarde la formaci¨®n de la Catalu?a Moderna. Casi tres cuartos de siglo despu¨¦s de aquella primera visita, concede a su tierra de adopci¨®n lo que acaba siendo una imagen y una memoria muy persona. "En principio, ¨¦l libro s¨®lo ten¨ªa que ser una recopilaci¨®n terminol¨®gica de historia nacional. Pero la enfermedad me impidi¨® acabarlo", explica. A pesar de la incapacidad -perdi¨® casi totalmente la vista en 1991-el historiador no renunci¨® al proyecto. Con, su disc¨ªpula Rosa Congost, editora del libro, lo ha podido terminar d¨¢ndole, sin embargo, una dimensi¨®n que es nueva. El resultado es una curiosa mezcla del libro de teor¨ªa hist¨®rica y del ensayo personal. "La idea de que alguien pueda interesarse por mi persona me hace re¨ªr o me hace llorar, depende deI humor del momento", dice.

Hoy, la guerra en los Balcanes es su m¨¢xima preocupaci¨®n. Literalmente, le ocupa "todas las horas del d¨ªa". "Eran paises y problemas que conoc¨ªa muy bien y que he visitado varias veces. Me parece un ejemplo flagrante de la incapacidad de la diplomacia internacional, de una Alemania fuerte que decide por otros y que, en definitiva, acaba demostr¨¢ndonos que los a?os cuarenta est¨¢n todav¨ªa muy cerca".El libro se estructura a partir de seis preguntas que Vilar se plante¨® despu¨¦s de asistir, como observador, a un coloquio sobre Stalin celebrado en Par¨ªs. Era a principios de la d¨¦cada de los ochenta. "Primero me interesaba dejar constancia de que mis primeras actividades pol¨ªticas personales estuvieron orientadas mucho m¨¢s por un fen¨®meno internacional, pacifista y antimilitarista, y contra todo lo que se hab¨ªa desarrollado en 1914 y que viv¨ª entre mis 8 y 12 a?os. Y tambi¨¦n, claro est¨¢, en contra- de la ense?anza patri¨®tica que recib¨ª en la escuela francesa".Estas eran sus premisas y las compart¨ªa con los intelectuales de su generaci¨®n. Pierre Vilar estudi¨® y conoci¨® bien a personalidades francesas tan d¨¦cisivas como Jean-Paul Sartre, Raymond Axon y Paul Nizan. Aun siendo mi a?o m¨¢s joven, coincidi¨® con ellos en la Escuela Normal Superior y como ellos tambi¨¦n "se hizo" despu¨¦s del primer conflicto mundial.Su formaci¨®n universitaria,su encuentro con Catalu?a (el 14 de abril de 1931 estaba en Barce lona) "en un momento decisi vo", dice, y su experiencia de la guerra son las tres grandes ¨¢reas de la, memoria que despliega en Pensar hist¨®ricament. "Fui prisioner¨® de guerra, oficial prisionero, y pude constatar las complejas relaciones de clase social. que se establecen entre los oficiales. Es muy distinto lo que siente un militar con graduaci¨®n o un soldado raso.

Sus experiencias de la guerra son lo m¨¢s desconocido de Pierre Vilar. Y tal vez tambi¨¦n lo que m¨¢s pueda sorprender a sus lectores. Cuando cuenta emocionado su liberaci¨®n por el ej¨¦rcito canadiense y su encuentro con los deportados de Bergen-Belsen. "Era el horror, la muerte. Uno de nuestros compa?eros,no pudo soportarlo y llor¨® 48 horas seguidas", explica.