El estado del hispanismo
Espa?a tiene una imagen "especialmente positiva" en el mundo, seg¨²n el autor, constatada durante su asistencia. un congreso de 500 hispanistas celebrado en Birm¨ªngham (Inglatarra).
El reciente XII Congreso Internacional de Hispanistas se celebr¨® en Birmingham, (Inglaterra), con una asistencia de unos 500 con gresistas provenientes de todos los pa¨ªses del mundo. Esta reuni¨®n, celebrada cada tres anos en, un pa¨ªs distinto, constituye un espl¨¦ndido term¨®metro para medir la situaci¨®n del hispanismo en el mundo y, paralelamente, apreciar de modo reflejo cu¨¢l es la imagen internacional de Espa?a. El Congreso de Hispanistas es el ¨®rgano de la Asociaci¨®n Internacional de Hispanistas (AIH), fundada -en Oxford el a?o 1962 por los grandes del hispanismo mundial: Alekander Parker, Edward Wilson, Marcel Bataillon, con Mert¨¦ndez Pidal a la cabeza, que fue nombrado presidente de honor de la reci¨¦n nacida sociedad. Una muestra de la vitalidad de la AIH ha sido su impresionante crecimientos de socios, que han pasado de 60, en el momento de la, constituci¨®n, a los 1. 500 actuales. Ello ha provocado la necesidad de sustituir la sesi¨®n- ¨²nica de los primeros a?os por las 12 sesiones paralelas que han funcionado en Birmingham durante ¨¦l ¨²ltimo, congreso, as¨ª como la publicaci¨®n de las actas en v¨¢rios vol¨²menes, lo que constituye un gasto, adicional importante para el pa¨ªs que organiza el congreso. Estas reuniones de la AIH constituyen, como dec¨ªamos antes, un magn¨ªfico term¨®metro para evaluar la imagen de Espa?a en el mundo. Dejando aparte el estado del hispanismo, cuyo resultado se ver¨¢ tras la publicaci¨®n d¨¦ las actas, se da evidentemente una valoraci¨®n impl¨ªcita del estado de la imagen de Espa?a en las relaciones internacionales. Y desde este punto de vista, que es el que aqu¨ª me ii1teresa, 'creo que conviene destacar la situaci¨®n especialmente positiva de dicha imagen, que he podido constatar en varios momentos. En primer lugar, cuando el presidente de la AlH durante la reuni¨®n, Alani Deyermond (luego releva¨ªdo por el franc¨¦s Agust¨ªn Redondo), destac¨® el preeminente papel de Espa?a como eje vertebrador del hispanimo mundial y de la lengua y literatura espa?olas en cuanto origen y patrimonio com¨²n de los hispanistas. En segundo lugar, al presentarse la candidatura de Madrid como sede del pr¨®ximo congreso, lo que no s¨®lo fue aprobado por unanimidad, sino con general entusiasmo. La iniciativa de la candidatura corri¨® a caigo del CSIC y fue presentada por el investigador y estudioso Luciano Garc¨ªa Lorenzo, quien prometi¨® la segura colaboraci¨®n de todas las universidades madi?e?as. No cabe duda de que en la favorable acogida de la iniciativa jug¨® su papel la emblem¨¢tica f¨¦cha de 1998, en que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo congreso. Es indudable que la AIH re¨²ne a un grupo de, profesionales del hispanismo que no s¨®lo sufre un constante incremento, sino que, en cuanto tal, constituye un importante ¨®rgano de la difusi¨®n de la imagen de Espa?a en el mundo. As¨ª ha sabido verlo, por ejemplo, la Fundaci¨®n Duques de Soria, que se ha interesado, desde hace dos a?os por la promoci¨®n del hispanismo. Gracias a su generosa aportaci¨®n, la AIH ha podido publicar un nuevo directorio de sus asociados dignamente editado, as¨ª como dar a luz por primera vez un bolet¨ªn que da cuenta y raz¨®n del estado del hispanismo en diversos pa¨ªses, con otras informaciones de inter¨¦s. Gracias a la fundaci¨®n han podido ser becados tambi¨¦n para su asistencia al congreso algunos hispanistas de los antiguos pa¨ªses del Este europeo. Estamos ante un ejemplo claro y definitivo de cu¨¢l deber¨ªa ser la actitud de las autoridades, pol¨ªticas en algo que afecta a la imagen de Espa?a en el mundo en los niveles m¨¢s altos de la cultura y de la ense?anza universitaria. Es indudable que es tos profesores de espa?ol y de lengua y literatura espa?olas constituyen una avanzadilla de la presencia de Espa?a en el mundo y deb¨ªan ser especial mente cuidados por el Estado. En estas circunstancias llama la atenci¨®n la escasa asistencia de profesores e investigadores espa?oles en los congresos de la AIH; se aduce como causa principal de ello el que esos congresos suelen celebrarse durante el mes de agosto. El hecho cierto es que ninguna instituci¨®n espa?ola est¨¢ dispuesta a sufragar los viajes y estancia a tales congresos, pues ni siquiera la Universidad se muestra proclive a ello, lo que, unido a las razones anteriores, podr¨ªa explicar la escasa asistencia de universitarios espa?oles a las reuniones de la AIH. Es algo a lo que en el futuro convendr¨ªa poner remedio. El momento es oportuno, y las autoridades pol¨ªticas no deber¨ªan olvidarlo, dada la buena imagen de que, Espa?a goza a nivel internacional. Sin duda la buena impresi¨®n dejada por nuestro modelo de transici¨®n no se ha diluido todav¨ªa., Me he preguntado si la penosa situaci¨®n en que nos encontramos no habr¨ªa influido en el ¨¢nimo de los hispanistas con que he convivido durante estos d¨ªas y he intuido la existencia de un profundo respeto hacia un pa¨ªs por el que sienten amistad y afecto. Se percib¨ªa el deseo de no querer herir o hurgar en temas que podr¨ªan ser ofensivos o simplemente molestos. Sin duda hay un profundo amor. a Espa?a en estos hombres y mujeres que han dedicado su vida al es tudio de su lengua y de su cultura, junto al deseo compartido de ver superadas sus actuales dificultades.Estos hispanistas han comprendido bien lo que todav¨ªa en Espa?a no parecen haber asumido grandes capas de poblaci¨®n y muy especialmente, su clase pol¨ªtica: que nuestro pa¨ªs es una potencia cultural de primer orden, y que pretender competir con otras en el orden industriato econ¨®mico no deja de ser un sinsent¨ªdo, pues ello lleva a nuestros pol¨ªticos a establecer par¨¢metros y criterios poco acordes con nuestras tradiciones intelectuales, siendo esos par¨¢metros precisamente los menos estimados en el orden internacional. M¨¢xime, cuando ni siquiera en ese orden econ¨®mico se ha alcanzado el m¨ªnimo deseable para nuestra sociedad. es catedr¨¢tico de la Universidad Complutense.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.