Un curr¨ªculo vac¨ªo

El Rayo se ha encomendado a un entrenador sin experiencia alguna. El curr¨ªculo de Marcos Alonso Pe?a, de 36 a?os, arroja datos luminosos en su carrera como jugador, pero pr¨¢cticamente ninguno como entrenador. Tan s¨®lo, que cogi¨® un conjunto de chavales en el colegio San Agust¨ªn, que dirigi¨® media temporada al juvenil del Atl¨¦tico y que ayud¨® durante unos meses a Jorge D'Alessandro en el primer equipo rojiblanco. Sin m¨¢s. La Primera Divisi¨®n no recuerda demasiados precedentes de este tama?o. Pero existen: Jorge Valdano, en el Tenerife, o Luis Aragon¨¦s, que reuni¨® en un pasaje com¨²n, su retirada como jugador a su estreno como t¨¦cnico en el Atl¨¦tico.El carn¨¦ de entrenador profesional de Marcos Alonso tan s¨®lo tiene una vigencia de tres meses. El jugador reside en Madrid, pero aprob¨® el curso, en Valladolid. Las malas lenguas dicen que se prepar¨® en dicha ciudad porque era m¨¢s f¨¢cil aprobarlo all¨ª que en la capital, como quien va a Astorga a sacarse el carn¨¦ de conducir. Marcos aduce otras razones: "En Valladolid el curso se hac¨ªa en el mes de agosto, en Semana Santa y en Navidades. En Madrid, las clases eran por la tarde tres d¨ªas a la semana. Me, habr¨ªa quitado tiempo de trabajar en el Atl¨¦tico".

El nuevo t¨¦cnico conf¨ªa en compensar la debilidad de su curr¨ªculo con "juventud, ganas y trabajo". Marcos asegura que llega con ideas nuevas, distintas a las predominantes en el f¨²tbol hasta ahora. "Antes no se llevaba tanto el hablar con los jugadores. Ese es el concepto clave en los modelos de todos los que se sacaron el t¨ªtulo conmigo". Junto a Marcos, en Valladolid, aprobaron otros jugadores conocidos como Gail y Minguela (ex del Valladolid) o Manzanedo (ex del Burgos, Valencia y Sabadell).

Marcos cumpli¨® ayer su primer d¨ªa de trabajo en el Rayo. Presenci¨® el entrenamiento del equipo, consistente en un partido informal, y sali¨® del ensayo muy decepcionaclo. La teor¨ªa de Valdano -sostiene que los jugadores suelen ganar un plus de rendimiento con un nuevo entrenador por sus ansias de exhibici¨®n ante ¨¦l- no apareci¨® por ning¨²n lacio. "S¨®lo por el hecho de verme en la grada", lamenta Marcos, "ten¨ªan que haberse esforzado m¨¢s. Me han decepcionado. Se lo he dicho a ellos claramente. La actitud hay que cambiarla. Hace. falta m¨¢s intensidad, m¨¢s motivaci¨®n para hacer las cosas".

A Marcos ya le han contado la leyenda negra que soporta el vestuario del Rayo (se le acusa de envenenado), pero prefiere comprobarlo antes de actuar. Sabe a lo que va a jugar el equipo a partir de ahora, pero se lo guarda para los jugadores. Y reconoce tener "m¨¢s que ganar que perder" en esta aventura.