La "turbaci¨®n" de Filippo

Ex juez muy formalista, caballero a la vieja usanza cargado de lenguaje jur¨ªdico, Filippo Mancuso result¨® ayer, capaz de incluir en la versi¨®n escrita de !u discurso 13 p¨¢rrafos explosivos, que luego no ley¨®, y hasta un folio en blanco que, viniendo de un siciliano sutil como ¨¦l es, tiene el sentido de sugerir que puede rellenarlo con m¨¢s acusaciones."Ulteriores motivos de turbaci¨®n no me han faltado siendo ministro, ya que yo tengo -y pido disculpas- una cierta idea de la altura de los grandes despachos y, adem¨¢s, soy, por desgracia, propenso a creer en las palabras que, con tono socr¨¢tico, descienden a veces desde ellos", se lee en el primer p¨¢rrafo ap¨®crifo del taimado Mancuso.

Sigue una neta denuncia de c¨®mo el secretario general de la Presidencia de la Rep¨²blica, Gaetano Gifuni, le pidi¨® -siempre seg¨²n Mancuso- que concediera la autorizaci¨®n a procesar a, Silvio Berlusconi, Gianfranco Fin? y otras personas por presuntos delitos de injurias vertidas contra Oscar Luigi Scalfaro.La siguiente acusaci¨®n es m¨¢s grave. Sostiene Mancuso que, en 1993, siendo ¨¦l miembro de una comisi¨®n de investigaci¨®n sobre la sustracci¨®n de fondos de los servicios secretos, fue llamado por Gifuni al apartamento privado de Scalfaro, donde ¨¦ste y su secretario le pidieron que actuara para que se introdujera un p¨¢rrafo en el informe diciendo que la investigaci¨®n hab¨ªa demostrado que los ministros de Interior no, se hab¨ªan beneficiado de tales fondos. Uno de los ministros de Interior en los a?os ochenta, cuando se produjeron las sustracciones, fue Scalfaro.

Tanto Giulio Andreotti, procesado por Mafia en Palermo y senador vitalicio en Roma, como Berlusconi, procesado por corrupci¨®n en Mil¨¢n y sentado ayer ante el p¨²blico, celebraron la intervenci¨®n oral de Mancuso.