Lejos de la alta m¨²sica
Dentro del ciclo de Iberm¨²sica en Madrid actu¨® el jueves el pianista Eugueni Kissin, que se present¨® aqu¨ª en 1988 cuando el artista ruso contaba 16 a?os. Asombr¨® a todos pues Kissin ha sido una de esas revelaciones tempranas, uno de esos talentos precoces que unas veces evolucionan hacia la categor¨ªa y otras se quedan en la m¨¢s brillante an¨¦cdota. En este momento, con 24 a?os, Kissin espoleado por el gran aparato de la industria musical, est¨¢ lejos de apuntar hacia lo meramente anecd¨®tico pero tampoco eleva su vuelo hacia la altura de los verdaderamente grandes, aqu¨¦llos que se sirven del gran virtuosismo para acceder a la alta m¨²sica.Ni la Chacona, Bach/Busoni, ni la Sonata claro de luna, de Beethoven, ni la Kreisleriana escuchadas a Kissin pueden incluirse en el cat¨¢logo reducido de lo sensacional. Bien sabemos que el joven pianista posee una gran t¨¦cnica mec¨¢nica; pero sus conceptos musicales sorprenden, pues m¨¢s se acercan a ciertos amaneramientos pret¨¦ritos que a un discurso riguroso y un an¨¢lisis capaz de dictar c¨¢tedra o, al menos, de marchar en esa direcci¨®n.
Ciclo Iberm¨²sica
E. Kissin, pianista. Obras de Bach, Schumann, Beethoven y Liszt. Auditorio Nacional. Madrid, 26 de octubre.
Esper¨¢bamos que en Liszt en cuatro de sus estudios trascendentales, Kissin alcanzar¨ªa una cima de sus posibilidades e incluso de las del pianismo actual. No fue as¨ª y aunque esos pentagramas convienen mejor a lo que hoy es Kissin, tampoco ser¨ªa l¨ªcito archivar sus versiones como antol¨®gicas. El problema es muy simple y se ha dado mil veces en la historia; se trata del combate entre el virtuosismo avasallador y la misi¨®n de someterlo a un ideario musical de gran estilo.
Se escribe esto por tratarse de quien se trata y con el af¨¢n de poner un poco de luz en medio de la algarab¨ªa propagand¨ªstica que puede llevar al equ¨ªvoco a tantos mel¨®manos e incluso al mismo protagonista. Por otra parte todo lo que se, escriba a¨²n sobre Kissin es provisional. Es muy joven y tiene ante s¨ª un futuro que se presenta abierto y sin m¨¢s problemas que los que pueden derivarse de su impresionante y mantenido lanzamiento. Hubo lleno, largos aplausos, desconcierto en muchos y algunas propinas entre ellas la trasnochada trascripci¨®n de la Marcha militar de Schubert.
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