Pasolini es objeto de duros y amargos debates a los 20 a?os de su muerte
Italia sigue dividida ante el cineasta y poeta asesinado en Ostia
Alberto Moravia anunci¨®, al d¨ªa siguiente del asesinato de Pier Paolo Pasolini en un vertedero de Ostia, junto a Roma, por un chapero adolescente llamado Pino Pelosi -del que todav¨ªa se ignora si actu¨® solo o en compa?¨ªa de otros-, que muchos italianos dormir¨ªan a pierna suelta aquella noche, pero que Italia ser¨ªa v¨ªctima de una pesadilla que no acabar¨¢ hasta que se averig¨¹e "no qui¨¦nes sino qu¨¦" mat¨® al poeta y cinceasta. Hoy, 20 a?os despu¨¦s, la profec¨ªa de Moravia adquiere gravedad premonitoria, pues hay una ¨¢spera pol¨¦mica entre quienes quieren devolver al poeta a la cultura italiana viva y quienes le niegan lugar en ella.
Varios factores intervienen en el origen de esta pol¨¦mica alrededor del cad¨¢ver del poeta del Friuli. Uno de ellos, indirecto, es la muerte hace m¨¢s de un a?o de Federico Fellini, cineasta que obtuvo honores funerarios dignos de un jefe de Estado, tan poco usuales para un artista que despertaron el recuerdo de un olvido: ¨¦l de su colega Pier Paolo Pasolini, que 19 a?os antes, tras su bestial asesinato ocurrido la madrugada del 2 de noviembre de 1975 junto a la playa de Ostia, fue enterrado en medio del malestar en la indiferencia oficial, casi furtivamente, como si hubiera prisa en c¨ªrculos pol¨ªticos y judiciales para echar cuanto antes tierra sobr¨¦ el negro suceso.Otra motivaci¨®n hay que buscarla en la popularidad alcanzada por el filme de Nanni Moretti Caro diario, donde este inteligente y d¨ªscolo cineasta visualiz¨® el rinc¨®n de Ostia donde cay¨® destrozado, fisicamente irreconocible a causa de la salvaje paliza que le mat¨®, Pasolini. Esta escena es la primera incursi¨®n del cine italiano en un tab¨² colectivo, recientemente formulado por un editorialista de la revista L'Espresso: "Es posible que la sociedad italiana no haya escapado todav¨ªa de una muerte que ha dejado huellas profundas en el inconsciente colectivo del pa¨ªs", lo que es una referencia a aquella tierra echada a toda prisa sobre esa pesadilla italiana anunciada por Moravia en las exequias del poeta.
Una tercera motivaci¨®n surgi¨® en septiembre, durante el ¨²ltimo festival de Venecia, en el tumultuoso estreno del filme Pasolini, un delito italiano (nueva alusi¨®n a la mala conciencia nacional), que no alcanz¨® suficiente relevancia est¨¦tica para lograr un premio, pero que moviliz¨® compulsivamente a toda la prensa italiana e hizo que el abogado de la familia Pasolini anunciara una acci¨®n de reapertura del proceso que conden¨®, como ¨²nico asesino del poeta, a Pino Pelosi, y anticip¨® la existencia de graves irregularidades formales y ocultamientos y distorsiones de pruebas en la instrucci¨®n del proceso iniciado el 3 de noviembre de 1975, en la misma autopsia de Pasolini.
Estos cuatro y otros desencadenantes han creado en Italia una fiebre pol¨¦mica en favor y en contra de la herencia intelectual y art¨ªstica de Pasolini. Hay que a?adir a ellos la publicaci¨®n en varias separatas por L'Unit¨¢, en 1994, de sus c¨¦lebres Escritos corsarios difundidos durante a?os en Corriere della Sera, donde fustig¨® con ferocidad a toda la sociedad italiana. Esta reedici¨®n del Pasolini moralista y pol¨ªtico tuvo lugar en una Italia zarandeada y envilecida precisamente por muchas de las cosas que Pasolini anunci¨® d¨¦cadas antes y que convirtieron al escritor en un punto de encuentro de odios de diverso e incluso opuesto origen ideol¨®gico, pues Pasolini era de los que no sol¨ªa dejar t¨ªtere con cabeza.
Una largu¨ªsima serie de manifestaciones culturales y art¨ªsticas se preparan desde hace semanas para evocar las dos d¨¦cadas de la muerte de este poeta y cineasta, nacido en Bolonia el 5 de marzo de 1922, y del que se ha dicho que fue enterrado dos veces, una en su tumba bajo tierra y otra en su idioma bajo silencio.
Estas son algunas de las incontables manifestaciones programadas: un recital de poemas por la actriz Laura Betti, ¨ªntima amiga del poeta, en el teatro Argentina de Roma; Pasolini, un poeta de oposici¨®n, ciclo de estudios, debates y conferencias que se inicia estos d¨ªas y que se prolongar¨¢ hasta mayo; una exposici¨®n del vestuario usado por Pasolini en el filme Medea; un de bate abierto sobre sus Escritos corsarios; la lectura del gui¨®n in¨¦dito El padre salvaje por Giorgio Pressburger; varios actos en Udine, donde se intenta rescatar la dimensi¨®n friuliana del escritor, que se inici¨® en la escritura precisamente en el dialecto del Friuli, donde transcurri¨® su infancia.
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