El Gobierno de M¨¦xico abre la puerta a la privatizaci¨®n del sistema de pensiones
El Gobierno mexicano, en plena vor¨¢gine privatizadora, abri¨® ayer la puerta a la participaci¨®n privada en uno de los sectores m¨¢s protegidos por el Estado desde 1943: el sistema de pensiones. "Transformaremos el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para evitar el colapso financiero que lo amenaza", asegur¨® el presidente Ernesto Zedillo ante los representantes sindicales y empresariales que presentaron la iniciativa de reforma al Ejecutivo. El mandatario mexicano se comprometi¨® a enviar la propuesta al Congreso de la Uni¨®n para que, a partir del 1 de enero, los 10 millones de afiliados al IMSS puedan optar entre sociedades privadas o p¨²blicas de gesti¨®n de pensiones.
El lento, pero imparable, tras paso a manos privadas de amplios sectores de un Estado tradicionalmente protector contin¨²a su marcha. La decisi¨®n sobre el sistema de pensiones, cuya inminencia fue anunciada el pasado lunes por el secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, era impostergable, y ya estaba esbozada en el Plan Nacional de Desarrollo que todo presidente mexica no se marca para su sexenio.El pago de las pensiones y de otras prestaciones sociales est¨¢ causando una sangr¨ªa de recursos al pa¨ªs imposible de sostener en el actual periodo de crisis. Una grave situaci¨®n econ¨®mica que tambi¨¦n impide solicitar a los trabajadores y ernpresarios un incremento de las cuotas al IMSS. La aprobaci¨®n en el Congreso y en el Senado de la iniciativa tampoco plantear¨¢ serios problemas por la amplia mayor¨ªa de que dispone en ambas c¨¢maras el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Riesgo de descapitalizaci¨®n
El IMSS, que no incluye entre sus afiliados a los funcionarios del Estado, protegidos por otro organismo, dispone este a?o de un presupuesto superior a los 40.000 millones de nuevos pesos (m¨¢s de 800.000 millones de pesetas), una cantidad que, seg¨²n portavoces de la instituci¨®n, permite cubrir en la actualidad las pensiones y otros servicos sociales". La cuesti¨®n clave es que casi la mitad de la poblaci¨®n activa de M¨¦xico la componen los trabajadores de la eccinom¨ªa sumergida. Y la creciente afiliaci¨®n al IMSS conduce, a corto plazo, al temido colapso financiero porque el precio de los servicios que presta el IMSS, fuertemente subvencionados, es muy superior a la recaudaci¨®n de las cuotas. "En el a?o 2000, el instituto estar¨ªa totalmente descapitalizado", afirman funcionarios del organismo.Es precisamente la incorporaci¨®n de los empleados del sector informal al sistema de pensiones, junto al fomento del ahorro, lo que ha conducido al Gobierno a dar cabida a las sociedades privadas en el sistema de pensiones. Un asunto que como en el caso de la privatizaci¨®n de cualquier sector estatal, levanta recelos en amplias capas de? la poblaci¨®n y en el Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD), la segunda formaci¨®n opositora. Ya ha sucedido con la petroquimica, el sector el¨¦ctrico y los puertos. Pero tambi¨¦n se pretende con la creaci¨®n de los fondos privados impedir que las vicisitudes de la econom¨ªa mexicana terminen por dejar por los suelos las retribuciones que cobran los pensionistas.
"Los- fondos deben ofrecer un rendimiento atractivo para que aumenten con el tiempo y est¨¦n protegidos de la inflaci¨®n", se?al¨® Zedillo. Una ca¨ªda del valor de las pensiones, por efecto, del incremento de precios, que tambi¨¦n es frecuente en M¨¦xico al7comp¨¢s de las reiteradas devaluaciones.
No obstante, est¨¢ por ver la acogida de esta medida entre la poblaci¨®n mexicana, muy acostumbrada al papel de guardi¨¢n del Estado. Al fin y al cabo, se trata s¨®lo de una opci¨®n. Y, adem¨¢s, la Administraci¨®n seguir¨¢ garantizando, en cualquier caso, una pensi¨®n m¨ªnima para todos los afiliados que coincide con el salario m¨ªnimo: poco mas de 500 nuevos pesos (unas 10.000 pesetas) al mes. El papel del Gobierno se ampliar¨¢ tambi¨¦n al control financiero de las nuevas sociedades privadas que se creen para gestionar los recursos de los pensionistas.
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