Funciona la 'l¨ªnea roja'

No se producen atascos en Londres (7.566.620 habitantes) salvo en horas punta. Incluso en esos momentos de intensa circulaci¨®n, el tr¨¢fico rueda a una velocidad m¨ªnima y tan s¨®lo llega a detenerse en tramos de obras o ante un accidente.

Por supuesto, las arterias de la capital son las zonas con mayor circulaci¨®n, y el conductor que conoce v¨ªas alternativas o, secundarias puede escapar a la congesti¨®n viaria. Esto es posible gracias a la extensi¨®n de la llamada l¨ªnea roja, es decir, tramos de aceras junto a las que se proh¨ªbe estacionar. La severidad en las infracciones favorece tambi¨¦n la fluidez del tr¨¢fico. Agentes municipales, controlan regularmente los parqu¨ªmetros del centro, con unas tarifas en torno a las 200 pesetas por media hora de aparcamiento, y no vacilan a la hora de imponer multas por un m¨ªnimo de 12.000 pesetas a aquellos veh¨ªculos que exceden el tiempo reglamentado.

Ante este panorama tan estricto, el aparcamiento en doble fila o sobre las aceras es inexistente en la capital brit¨¢nica. El bloqueo de intersecciones tampoco es habitual.