Hora punta todo el d¨ªa

Con sus siete colinas, sus calles estrechas y tortuosas, y un n¨²mero de coches diez veces superior al de lugares disponibles para aparcar, Lisboa (826.140 habitantes) re¨²ne todas las condiciones para ser un aut¨¦ntico caos de tr¨¢fico.

Es en las horas punta cuando se producen los mayores atascos a las entradas de la ciudad. En el centro, la hora punta dura pr¨¢cticamente todo el d¨ªa. Lisboa es una de las pocas capitales europeas sin carreteras perif¨¦ricas para distribuir el tr¨¢fico.

El problema mayor es aparcar: la ciudad no tiene espacio para tantos coches y la pol¨ªtica del Ayuntamiento apunta a obstaculizar la entrada de m¨¢s veh¨ªculos. La construcci¨®n en la periferia, cerca de las estaciones del metro, de aparcamientos p¨²blicos gratuitos, no ha dado resultado.

En tanto se construyen autopistas circulares y multiestaciones, la tarea de aparcar es dif¨ªcil y todos los espacios disponibles est¨¢n invadidos, incluidos paseos, plazas y jardines, lo que dificulta la circulaci¨®n a pie. La doble fila prolifera. La gr¨²a, que rara vez interviene, puede costar. hasta 50.000 pesetas.