El d¨ªa de los muertos
Felipe da pena y Aznar da miedo. As¨ª que decid¨ª ahogar mis penas en vino, aunque mi actual esposa me advirti¨® de que podr¨ªa ser perjudicial para mi castigado h¨ªgado y me aconsej¨® que descargara mis iras viendo un partido de f¨²tbol, que es lo que. hacen las masas en semejantes circunstancias. "?Pero hay f¨²tbol hoy?", le pregunt¨¦, ya que nunca he seguido, de cerca este est¨²pido deporte; en mi vida he visto m¨¢s de tres o. cuatro partidos, todos aburridos. Ella consult¨® este mismo diario para saber si habla f¨²tbol y, al poco, me inform¨® de que no.
"De todas formas", prosigui¨®, "pone aqu¨ª en Agenda, en la secci¨®n Usted puede ser testigo, que si esperas hasta las cuatro de la madrugada podr¨¢s acudir al aeropuerto de Barajas para recibir al Real Madrid Club de F¨²tbol de su regreso desde Budapest tras su encuentro con ¨¦l club h¨²ngaro Ferencvatos".
"?Ganaron o perdieron?"., le pregunt¨¦.
"No lo s¨¦", me contest¨®.
"No creo que vaya", le dije, "Igual llega tarde el avi¨®n y adem¨¢s es probable que est¨¦ el presidente del club que me cae fatal".
Era un d¨ªa de fiesta, y las fiestas siempre me ponen triste y nervioso: pienso en mi trabajo (le intr¨¦pido reportero de investigaci¨®n y en todos los malhechores que podr¨ªa meter en. la c¨¢rcel si estuviera en la calle trabajando. No s¨®lo era fiesta, sino el 1 de noviembre, d¨ªa de los santos y los muertos, y yo no ten¨ªa muchas ganas de vivir. Tarde o temprano este planeta, que no es m¨¢s que un grano de arena en la inmensidad del cosmos, va a desaparecer.
Ella sigui¨® hojeando el suplemento dedicado a nuetra ciudad,hasta encontrar un art¨ªculo que inform de que tan, s¨®lo quedan 16 comerciante en el Mercado Puerta de Toledo, que est¨¢ hecho "un mercado fantasma", lo que me quit¨® las ganas de visitarlo.Adem¨¢s, me cuesta compadecer a estos peque?os empresarios, cuya pobre contribuci¨®n a la civilizaci¨®n occidental es intentar enriquecerse, vendiendo art¨ªculos que la gente ni necesita ni puede pagar.
Qu¨¦ tristes son las fiestas.
Cog¨ª el suplemento y Consult¨¦ la secci¨®n Tel¨¦fonos de inter¨¦s. Estuve a punto de llamar a Comedores Compulsivos An¨®nimos (405 43 38) para ver si ten¨ªan algo que frenara el desmedido apetito de mi actual esposa, que se ha puesto como una foca, pero desist¨ª.Como ella no deja de repetir, nadie es perfecto:est¨¢ gorda y la tengo que aceptar tal y como es, y amarla.
En cambio, s¨ª llam¨¦ a Desinsectizaci¨®n y Desratizaci¨®n (tel¨¦fono 477 9312): de noche deamula por nuestra cocina una rata del ama?o de un gato. Una grabaci¨®n inform¨® de que este servicio se ha trasladado al Laboratorio Municipal, en la calle de los Emigrantes, s / n, y que se puede obtener m¨¢s informaci¨®n en los n¨²meros 38141 11 y 3814156. Las fistas son muy aburridas.
Por fin marqu¨¦ el 900 15 00 00, n¨²mero de la Oficina de Informaci¨®n al Ciudadano del Ministerio del Interior.
"Diga", contest¨® una persona.
"Oiga", le dije, "quer¨ªa saber cu¨¢ndo van -a juzgar al ex ministro Corcuera".
"?Por lo de las joyas?"'.
"No, por su ley taurina, que es un aut¨¦ntio desastre`
"Pero me parece que se est¨¢ en proceso de derogar la mayor parte de los art¨ªculos de esa ley", contest¨® el hombre. "Puede ser, pero mi queja data de hace tres a?os cuando, gracias a su dichosa ley, soltaron toros con las astas artificialmente manipuladas en una cornada que vi en Alcal¨¢ de Henares. Desde entonces me he sentido estafado y desamparado, y considero que el responsable directo es Corcuera. ?Qu¨¦ informaci¨®n me puede dar al respecto?".
"Un momento", contest¨®.
Hubo un largo silencio. Por fin,"se puso de nuevo.
"Oiga, me dice un compa?ero aficionado que los pitones de todos los toros de esta feria estaban perfectamente, sin tocar, y que a lo mejor usted est¨¢ intentando sembrar la alarma social en un delicado momento pol¨ªtico-social. Tenga en cuenta que este departamento no puede contestar a preguntas que obedecen a una clara conspiraci¨®n contra la democracia. Sin embargo, a t¨ªtulo personal, y sin que sirva de precedente, le aconsejo que llame al tel¨¦fono de la esperanza, es el 459 00 5091.
Llam¨¦, pero siempre estaba comunicando.
Qu¨¦ triste est¨¢ el aeropuerto a las cuatro de la madrugada.
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