La renuncia del general provoca decepci¨®n y reproches
La decisi¨®n de Colin Powell de renunciar a sus ambiciones presidenciales dej¨® un sentimiento de profunda frustraci¨®n entre millones de norteamericanos que confiaban en el militar retirado para conducir la renovaci¨®n moral del pa¨ªs. Desencantados con Clinton y temerosos de las intenciones de los principales candidatos republicanos, muchos ciudadanos estadounidenses ve¨ªan en Powell las virtudes de firmeza y honradez que buscan para romper el monopolio hist¨®rico de los dos grandes partidos."Es decepcionante. Es un d¨ªa triste para Am¨¦rica", coment¨® Tim Bush, que encabeza un grupo de j¨®venes organizados para defender la candidatura de Powell en las elecciones primarias de New Hampshire.
El grupo de Tim Bush es s¨®lo uno entre decenas que hab¨ªan nacido espont¨¢neamente en todo el pa¨ªs al calor de la pasi¨®n desatada por el general. En cada ciudad por la que Powell pas¨® el mes pasado durante la gira de promoci¨®n de su libro, Mi traves¨ªa americana, miles de personas formaron filas durante horas para obtener el aut¨®grafo del general y alentarle a presentarse.
"Estoy realmente impresionado. ?Es incomprensible! ?Ten¨ªa todas las posibilidades! Quiz¨¢s no se sent¨ªa c¨®modo en el Partido Republicano o se dio cuenta de que para obtener la denominaci¨®n tendr¨ªa que hacer demasiados compromisos sobre sus principios", opina Donald Carlson, un abogado de Washington que hab¨ªa ya decidido su voto en favor del general.
Nacido en el Harlem neoyorquino, en el seno de una familia pobre de inmigrantes jamaicananos, y formado en una instituci¨®n tan conservadora como las Fuerzas Armadas, la powellman¨ªa se hab¨ªa extendido tanto entre los barrios negros de las grandes ciudades como entre los principales c¨ªrculos de poder. William Kristol, director del influyente semanario conservador The Weekly Standard, hab¨ªa apostado abiertamente por Powell, que tambi¨¦n hab¨ªa despertado simpat¨ªas en personajes como Jimmy Carter y Jesse Jackson.
Su retirada de la carrera electoral puede, sin embargo, abrir algunas dudas sobre el car¨¢cter de esta figura casi universalmente admirada. "Es obvio que este hombre no tiene agallas suficientes", coment¨® James Lengle, profesor de pol¨ªtica de la Universidad de Georgetown. "La oportunidad es el 75% del ¨¦xito en pol¨ªtica, y no puedo imaginar a nadie con mejor oportunidad que Powell. No puedo imaginar una situaci¨®n m¨¢s perfectamente creada para que una persona busque la presidencia", a?adi¨® Lengle.
Las dudas sobre el car¨¢cter de Powell se extienden hasta algunos que sospechan ahora que todos los rumores sobre su candidatura no fueron m¨¢s que una campa?a comercial para conseguir millonarias ventas del libro del general. Es cierto que, si hay que decir en una sola palabra c¨®mo saldr¨¢ Colin Powell de toda esta pol¨¦mica, lo ¨²nico seguro es que saldr¨¢ millonario, con contratos de 50.000 d¨®lares (unos seis millones de pesetas) por discurso.
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