"Se es antitaurino por desconocimiento"
Jos¨¦ Jim¨¦nez Alc¨¢zar, Pep¨ªn, matador de toros nacido en Lorca (Murcia), tiene 34 a?os. Hijo de torero (Grisando Jim¨¦nez), Pep¨ªn es un diestro algo at¨ªpico. No por su pelo rubio, en un mundo en el que predomina lo moreno, ni por los altibajos que ha sufrido su carrera, sino porque es un matador con estudios: hoy combina la lidia con la ense?anza en una escuela de magisterio de su ciudad natal. Casado y con un hijo de cinco a?os, est¨¢ acostumbrado a las opiniones antitaurinas: "A mi padre, que ten¨ªa una plaza de toros port¨¢til, se la quemaron en Almer¨ªa hace cinco a?os". Nunca supo si lo hicieron extranjeros o espa?oles, pero opina que no hace falta que vengan de fuera las cr¨ªticas a la fiesta: "Existen aqu¨ª dentro. A unos les gusta el baile de su tierra; a otros, los toros. Qu¨¦ le vamos a hacer. Hay que respetarlo".Pregunta. ?C¨®mo explica a los ni?os en el colegio el sentido de una corrida?
Respuesta. Procuro no sacar el tema. Un d¨ªa est¨¢bamos hablando del sistema nervioso central y les cont¨¦ que en un punto concreto se descabella a los toros. Nada m¨¢s. Procuro no mezclar las profesiones.
P. ?Qu¨¦ pensaba usted cuando a finales de los ochenta se de bat¨ªa en el Parlamento Europeo la conveniencia de modificar e incluso abolir las corridas?
R. Creo que el rechazo de algunos europeos se debe al desconocimiento. Debatir sobre toros en el Parlamento Europeo es, como hablar en nuestra C¨¢mara del sake japon¨¦s. Pues... muy bien. Habr¨¢ que probarlo. Habr¨ªa que coger a los diputados de Estrasburgo, traerlos y explicar les de qu¨¦ va el tema. Ser un mero espectador no basta.
P. Si tuviera que convencer a un joven brit¨¢nico antitaurino para ir a una corrida, ?qu¨¦ le dir¨ªa? .
R. Convencer a alguien para que se coma un plato cuando no quiere es dif¨ªcil. Pero, si fuera a la plaza, ir¨ªa explic¨¢ndole todo, paso a paso. No existe nada arbitrario en una corrida. Si, una vez explicado todo con sentido, dice, que no le gusta, entonces, ?ol¨¦!... Usted ya sabe... Lleva usted raz¨®n y ya tiene una opini¨®n respetable. El que no conoce no debe hablar.
P. Aun as¨ª, muchos opinan que las corridas son una brutalidad.
R. Hay que reconocer que es una fiesta cruenta. En cuanto existe derramamiento de sangre, lo es. Pero hay que matizar. No existe ese morbo que dicen. Adem¨¢s, independientemente de lo que se comente en contra de los toros, no conseguir¨¢n que, desaparezcan.
P. ?Por qu¨¦? ?Porque hay mucha afici¨®n o porque el mundo taurino tiene, mucho poder?
R. No creo que tenga poder m¨¢s all¨¢ de sus propias fronteras. Prueba de ello es que no recibe ayudas. Se autofinancia. Es la afici¨®n la que decide.
P. En tres pa¨ªses europeos, Francia, Espa?a y Portugal, se celebran espect¨¢culos taurinos. ?Hay diferencias de p¨²blico?
R. S¨ª. El p¨²blico es como el clima: cuanto m¨¢s al sur, m¨¢s temperamental. En Francia hay una gran afici¨®n. Incluso hay toreros de pa¨ªses en los que no hay toros.
P. ?Qu¨¦ le parece que un d¨ªa las entradas a los festejos ya no se puedan pagar don pesetas?
R. No tiene importancia. No es muy trascendente que desaparezca o se le ponga un prefijo y se llame europeseta.
P. ?Y que voten los extranjeros en los ayuntamientos?
R. Es l¨®gico. Lo mismo podemos hacer nosotros en otros lugares. Debe ser as¨ª. Tambi¨¦n deben pagar impuestos, claro..
P. ?Ha visitado otros pa¨ªses?
R. S¨®lo he ido a Francia, a torear, y a Italia, a ver al Papa cuando me cas¨¦, hace siete a?os.
P. ?Y si ma?ana en Europa se suprime la lidia?
R. Nos dejar¨ªan a muchos parados.
P. Usted es maestro.
R. Bueno , a m¨ª, medio parado. Hay mucha gente que vive del toro.
P. ?Acabar¨¢ siendo nuestro idioma el ingl¨¦s?
R. No lo creo. No nos ponemos de acuerdo en el propio pa¨ªs... No habr¨¢ idioma com¨²n.
P. ?Defienden bien sus intereses los pol¨ªticos espa?oles?
R. Lo intentan, pero que se les haga m¨¢s o menos caso depende de otros factores. Hay pa¨ªses con mayor peso espec¨ªfico que inclinan la balanza hacia donde les interesa.
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