Golf en el parque

El golf se acerca a la calle. Madrid inaugura dentro de una semana el primer campo de hoyos p¨²blico, junto al parque Juan Carlos I. "Este proyecto es muy importante para acabar con la imagen del golf como un deporte de ricos", afirma Pep¨ªn Rivero, de 40 a?os, golfista de ¨¦lite y dise?ador del campo. La escuela de golf es uno de los atractivos. Por 2.400 pesetas se podr¨¢ emular a los grandes campeones. Cerca de 20.000 bolas se deslizar¨¢n por las alfombras verdes del Campo de Las Naciones en un d¨ªa ajetreado.Entre 50 y 60 personas podr¨¢n utilizar simult¨¢neamente el campo de pr¨¢cticas, una explanada que albergar¨¢ la escuela y que permitir¨¢ calentar a los m¨¢s avanzados. El recorrido de los novatos tiene nueve hoyos. El del campo grande, 18; pero no ser¨¢ inaugurado hasta la primavera.

"El campo corto es fundamental para el principiante", comenta Rivero. "Es muy frustrante jugar directamente en un campo grande". Pero el recorrido corto tambi¨¦n servir¨¢ para los expertos que apuesten por una horita golfista. "Cualquier persona que tenga hora y media para comer puede venir aqu¨ª y hacer el circuito corto en una hora".

El campo p¨²blico llega con retraso. "En Inglaterra hay uno en cada pueblo. Aqu¨ª, en Espa?a, hemos andado un poco parados. Es un deporte popular y hay mucha demanda", dice Rivero. Espa?a cuenta con no m¨¢s de una docena de espacios p¨²blicos para el golf.

Rivero se llev¨® un gran chasco al ver por primera vez el espacio sobre el que deb¨ªa dise?ar un campo. "Era un vertedero. Tardamos casi m¨¢s en librarnos de todos los desperdicios y limpiar que en construir", cuenta. La hierba que se implant¨® fue seleccionada cuidadosamente. "Tiene que ser capaz de aguantar un clima extremo como ¨¦ste, el calor del verano y las heladas". Los hoyos 10, 11 y 12 son los favoritos del dise?ador. "Son los de m¨¢s calidad, est¨¢n situados en la zona m¨¢s bonita y son los m¨¢s divertidos para el jugador". El campo consta de tres lagos y linda con el parque Juan Carlos I.

Hoyos divertidos

Rivero defiende el campo corto porque es muy divertido para novatos. Al tener un par corto (se llega al hoyo en pocos golpes), el tee -la salida- est¨¢ m¨¢s cerca del green -la peque?a explanada que rodea al hoyo- y el jugador tiene opci¨®n de acercarse al par (el n¨²mero de golpes que te¨®ricamente debe hacer).

Esta nomenclatura brit¨¢nica es inamovible", seg¨²n Rivero. No obstante, se?ala algunos avances en los ¨²ltimos a?os: el palo llamado spoon es ahora una madera 3. El drive, madera 1.

"Este campo era vital porque Madrid es la ciudad que m¨¢s aficionados al golf tiene de Espa?a", dice Rivero.

A lo largo de un d¨ªa podr¨¢n pasar entre 300 y 400 personas por el campo corto, el largo y el de pr¨¢cticas. Unas 150 personas podr¨¢n jugar simult¨¢nemante. "Los campos p¨²blicos han tenido gran aceptaci¨®n", comenta Rivero, que ya ha dise?ado espacios para el golf en Teruel, Lleida, Valladolid y Palma. "Pero ¨¦ste me ha hecho mucha ilusi¨®n porque a ¨¦l puede acceder todo el mundo", cuenta.

Un juego de palos completo para un principiante se puede conseguir a partir de 25.000 pesetas. En cualquier caso, la escuela provee de palos y bolas a aquellos que acudan a dar sus primeros pasos. "?ste es un deporte popular que se puede practicar a cualquier edad", dice Rivero. Y a¨²n recuerda a Joaqu¨ªn Santos, un anciano de 106 a?os que acud¨ªa al club Puerta de Hierro cuando ¨¦l iniciaba su carrera.