Becker se proclama 'maestro' tras tres a?os de anonimato
El alem¨¢n, campe¨®n en 1988 y 1992 derrot¨® a Chang en la final de Francfort
En 1991 gan¨® su ¨²ltimo torneo del Grand Slam y en 1992 concluy¨® el a?o adjudic¨¢ndose su segundo Masters. Desde entonces el nombre de Boris Becker se mantuvo siempre ligado a la ¨¦lite del tenis mundial, pero son¨® m¨¢s por sus extravagancias, por los conflictos sociales con sus compatriotas o por otros aspectos personales que por los ¨¦xitos de portivos obtenidos. Sin embargo, ayer, a tres d¨ªas de cumplir los 28 a?os, Becker se proclam¨® maestro por tercera vez en Francfort ante un p¨²blico que le aclam¨®. El alem¨¢n, cuarto jugador mundial, se impuso al estadounidense Michael Chang, quinto, por 7-6 (7-3), 6-0, 7-6 (7 5), tras 2 horas y 16 minutos.No fue la final esperada. Lo que deseaban los organizadores era ver al alem¨¢n enfrent¨¢ndose a Pete Sampras, el primer tenista mundial. Pero la presencia de Becker en el, ¨²ltimo encuentro salvaba cualquier circunstancia. Chang, adem¨¢s, mantuvo una extraordinaria regularidad a lo largo del torneo. Perdi¨® s¨®lo frente al sueco, Thomas Enqvist en la fase de clasificaci¨®n y despu¨¦s elimin¨® sorprendentemente a Sampras en las semifinales.
El alem¨¢n percibir¨¢ un premio de 1.225.000 d¨®lares -147 millones de pesetas- y sumar¨¢ 580 puntos del ATP Tour por su victoria en Francfort. Pero m¨¢s que todo, eso la mejor recompensa es haberse reencontrado con el triunfo en unode los grandes torneos de la temporada. Becker, campe¨®n de Wimbledon en 1985, 1986 y 1989; ganador del Open de Estados Unidos, en 1989, y vencedor en el Open de lAustralia en 1991, parec¨ªa definitivamente desterrado tanto del Grand Slam como del Masters.
Chang pareci¨® haber encarrilado el encuentro cuando rompi¨® por primera vez el saque de Becker en el segundo juego de la manga inicial. Pero el alem¨¢n pele¨® como un le¨®n herido para forzar la muerte s¨²bita y acabar gan¨¢ndola por 7-3. Espoleado por su remontada, Becker sac¨® a relucir sus mejores armas -el servicio y la volea- y destroz¨® materialmente al estadounidense en la segunda manga, que gan¨® por 6-0. El tercer set recuper¨® los signos de igualdad que hab¨ªan marcado el primero: ambos jugadores entregados en la pista Supreme de la Festhalle pugnaban por mantener sus servicios.
"Sois los mejores seguidores que tengo en Alemania", dijo Boris refiri¨¦ndose a los 9.000 espectadores, entre los que se encontraban sus padres y su esposa, B¨¢rbara. "Me cost¨® mantenerme fuerte cuando estaba luchando para igualar la primera manga. Pero despu¨¦s desarroll¨¦ un juego de otro planeta en el segundo". Chang coment¨® que Becker hab¨ªa sacado muy bien.
Por otra parte, la ATP anunci¨¦ que exigir¨¢ una asistencia m¨ªnima de 15.000 espectadores durante toda la semana a los torneos con poca dotaci¨®n econ¨®-mica para mantener su categor¨ªa. Esta cifra subir¨¢ a 17.500 en 1997. "Pensamos que es una norma asumible por todos los torneos", coment¨® Mark Miles, director del ATP Tour.
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