Curro resucit¨® en La Maestranza

El 1 de octubre de 1995 ya forma parte de la m¨¢s excelsa gloria torera. Curro Romero, cumplidos los 61 a?os, hizo el pase¨ªllo en la Maestranza con cara de circunstancias y entre fundados rumores sobre su retirada, y sali¨® de la plaza sonriente y feliz tras una breve e intens¨ªsima sesi¨®n de encantamiento torero.

Cual artista legendario, renaci¨® de sus propias cenizas, resucit¨® y reinvent¨® el toreo. Mientras Sevilla so?aba con su Curro, Emilio Mu?oz traspasaba a hombros la Puerta del Pr¨ªncipe despu¨¦s de dibujar los natutales m¨¢s bellos.Pero la tarde gloriosa s¨®lo fue un espejismo. A pesar de ella y de la revelaci¨®n de Rivera Ordo?ez, la temporada sevillana fue retrato de una doble decadencia: la del toro y la de la fiesta.

Dos toros de la feria de Abril no los mataron Emilio Mu?oz y Aparicio, como correspond¨ªa., sino Lebrija, el puntillero. El 12 de octubre uno de Romero corri¨® la misma suerte, Los tres toros se derrumbaron para no levantarse. As¨ª empez¨® y termin¨® un a?o caracterizado por el rotundo fracaso del toro bravo. Del ciclo abrile?o s¨®lo se salvan la corrida de Torrestrella y ejemplares de Alcurruc¨¦n y Cebada.

La ca¨ªda estrepitosa del toro afect¨®, l¨®gicamente, al desarrollo del espect¨¢culo, que ha sido, por lo general, anodino; ello ha obligado, adem¨¢s, a rebajar el nivel de la exigencia ante la escasa emoci¨®n reinante en la plaza.

De este modo, Sevilla ha sido en el 95 v¨ªctima de una decadencia que se refleja en una presidencia permisiva, un p¨²blico bullanguero y la picaresca taurina, que se extiende a todos los niveles del negocio. La Junta de Andaluc¨ªa, no obstante, se mantuvo Firme en defensa de la pureza de la fiesta, lo que no evit¨® la invalidez y la rid¨ªcula presentaci¨®n de muchos toros y sus pitones.

As¨ª, feria de Abril fue escasa en alegr¨ªas, y la ¨²nica importante la protagoniz¨® Rivera, que cort¨® dos orejas el d¨ªa de su alternativa, otras dos en su repetici¨®n y fue el triunfador del ciclo. Su valor ser¨ªa la ¨²nica luz de una feria oscura en la que cort¨® dos orejas Emilio Mu?oz y una Ortega Cano, Joselito, Fundi y Parada, ¨¦ste herido grave. Espartaco recibi¨® una tremenda voltereta.

Acabada la feria sigui¨® el aburrimiento: fall¨® la corrida de la Prensa, en la que El Cordob¨¦s lidi¨® seis toros inservibles; fallaron las reses de Boh¨®rquez en la del Corpus; Manili fue herido muy grave el 15 de agosto. Y tras la feria de San Miguel, el 12 de octubre volvi¨® la invalidez y la temporada se cerr¨® con la desesperanza nacida en abril.

Entre los novilleros, Vicente Bejarano demostr¨® que. est¨¢ en saz¨®n; Jos¨¦ Luis Moreno y Carlos Pacheco revelaron su valor; Rondino y Curro D¨ªaz cortaron oreja, y Cristina S¨¢nchez emocion¨® con un toreo, hondo y bello. Fue el ¨²nico novillero que sali¨® a hombros, merecidamente.