Solbes nombra nuevo secretario de Econom¨ªa para cuatro meses ante la dimisi¨®n de Pastor

El ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Pedro Solbes, propondr¨¢ hoy en el Consejo de Ministros la sustituci¨®n del secretario de Estado de Econom¨ªa, Alfredo Pastor. Ser¨¢ reemplazado, con toda probabilidad, por Manuel Conthe, actual director general del Tesoro y Pol¨ªtica Financiera. La insistencia de Pastor en dejar el cargo ha forzado al ministro a realizar el cambio a cuatro meses escasos de las elecciones generales. Pastor ha mostrado divergencias evidentes con el ministro y con el equipo de Hacienda respecto, sobre todo, a la pol¨ªtica presupuestaria.

Pedro Solbes resuelve la crisis que abre en el Ministerio de Econom¨ªa la salida de Pastor con una soluci¨®n continuista. El ministro ha decidido que sea Manuel Conthe, un subordinado de Pastor, el que ocupe el cargo. Conthe lleva en el ministerio desde la etapa de Carlos Solchaga, primero como responsable de Transacciones Exteriores y despu¨¦s, en Pol¨ªtica Financiera. Solbes tambi¨¦n ha barajado el nombre de Jorge Sevilla, su jefe de gabinete, para ocupar el puesto que deja vacante Pastor.El ministro y todo el alto staff del ministerio trat¨® de evitar la crisis intentando que Pastor se mantuviera en el cargo hasta el final de la legislatura. En realidad, Alfredo Pastor ya hab¨ªa manifestado al ministro su intenci¨®n de dejar el cargo hace unos meses y, de acuerdo, lo aplazaron. Sin embargo, la falta de sinton¨ªa entre ambos ha llevado a que la situaci¨®n no pudiera aguantar ni siquiera los cuatro meses que quedan para las pr¨®ximas elecciones generales.

Alfredo Pastor, en sus tres a?os al frente de la secretar¨ªa de Estado de Econom¨ªa, ha dejado en ocasiones palpable su disconformidad con algunas de las decisiones adoptadas por el ministerio. En ese per¨ªodo qued¨® manifiesto, sobre todo en algunas declaraciones, que su visi¨®n de la econom¨ªa es m¨¢s t¨¦cnica que pol¨ªtica. Por ejemplo, no pudo disimular su descontento en que los Presupuestos de 1996 no se recogieran las reformas estructurales que ¨¦l consideraba imprescindibles para reducir el d¨¦ficit p¨²blico y cumplir los objetivos de Maastricht.

Durante la discusi¨®n de esos Presupuestos -finalmente rechazados por el Parlamento- la secretar¨ªa de Estado de Hacienda logr¨® imponer sus criterios. Las relaciones entre las dos secretar¨ªas han sido muy tensas, hasta el punto de que en Econom¨ªa se califica a Hacienda como un bunker. El responsable de Hacienda, Enrique Mart¨ªnez Robles, un hombre con carn¨¦ del PSOE, ha chocado con Alfredo Pastor, una persona m¨¢s proclive a las sensibilidades de la econom¨ªa privada desde una ¨®ptica, liberal.

Pastor ocupaba la gerencia del Instituto de Empresa Familiar (IEF) antes de incorporarse a Econom¨ªa y era consejero del Banco de Espa?a antes de que esta instituci¨®n estrenase autonom¨ªa. Precisamente, fue Luis ?ngel Rojo una de las personas a las que consult¨® Solbes antes de nombrar a Pastor secretario de Estado. Previamente, a Solbes le hab¨ªa causado muy buena impresi¨®n en una entrevista.

Pastor ha visto como uno de sus grandes proyectos, la revisi¨®n a fondo de las ayudas y subvenciones a las empresas p¨²blicas y privadas, se quedaba en su m¨ªnima expresi¨®n. El Gobierno decidi¨® este a?o recortar un 10% estas partidas. En la reforma de los colegios profesionales consigui¨®, sin embargo, introducir un par de art¨ªculos en la Ley de Acompa?amiento de los Presupuestos con los aspectos m¨¢s sustanciales.

Pastor se ha caracterizado, adem¨¢s, por no tener pelos en la lengua. Algunas de sus declaraciones p¨²blicas han hecho crujir las estructuras del ministerio, muy preocupado por lanzar mensajes uniformes. En una entrevista concedida a EL PA?S (27 de agosto de 1995), Pastor se mostr¨® muy cr¨ªtico con una de las decisiones de pol¨ªtica econ¨®mica de mayor calado adoptadas este a?o: la rebaja de las cuotas sociales y el aumento del IVA. "No ha servido para crear empleo", se?al¨® tajante. "Fue una decisi¨®n precipitada", a?adi¨®.

Tampoco tuvo mayor problema en defender una reforma fiscal a fondo, mediante la reducci¨®n de ' tramos, en el impuesto sobre la renta y la eliminaci¨®n de algunas deducciones" lo mismo que propone el PP.