?Pasa Andaluc¨ªa por Bruselas?

LA F?RREA -y patol¨®gica- obsesi¨®n de Izquierda Unida de Andaluc¨ªa por desalojar a los socialistas del Gobierno regional, aunque sea para acelerar la victoria del PP, ha obtenido resultado. Habr¨¢ elecciones anticipadas. Era inevitable y, desde luego, preferible a la alternativa de prorrogar los presupuestos por segunda vez en una situaci¨®n absurda y pat¨¦tica. Sin embargo, nada asegura que unos nuevos comicios produzcan una mayor¨ªa conservadora suficiente para gobernar. La probabilidad de una repetici¨®n de los resultados es alta. Si IU cree que va a arrebatarle muchos esca?os al PSOE con esta maniobra, es posible que su decepci¨®n sea tan grande como su ambici¨®n. Provocar la disoluci¨®n del Parlamento regional con m¨¢s de dos a?os de adelanto en aras de ese hipot¨¦tico beneficio partidista es irrresponsable.De momento, lo ¨²nico seguro es que de nuevo Andaluc¨ªa inicia el a?o sin presupuestos, lo que no es sino una insensatez m¨¢s, dadas las necesidades de la regi¨®n, la segunda m¨¢s pobre de Espa?a y la de mayor tasa de desempleo.

Pero esta realidad social, la m¨¢s positiva imaginable para un acuerdo entre los partidos de izquierda, no ha servido para que IU y PSOE coincidieran en una pol¨ªtica de aproximaci¨®n que sacara definitivamente a la regi¨®n de su atraso hist¨®rico. Chaves no ha sabido jugar con eficacia sus bazas -incluyendo la de la opini¨®n p¨²blica-, peto la forma en que Luis Carlos Rej¨®n ha llevado la negociaci¨®n de la famosa deuda hist¨®rica revela una mentalidad de campanario o una visi¨®n pol¨ªtica mucho m¨¢s que discutible. No es que el abstencionismo del l¨ªder local del PP, Javier Arenas, sea mucho m¨¢s responsable, pero su posici¨®n resulta menos incoherente desde el inter¨¦s de su partido. La actitud de PSOE e IU le permiten presentarse como alternativa al "fracaso de los dos partidos de izquierda para sacar adelante los presupuestos".

Se ha abierto la discusi¨®n sobre la fecha de la convocatoria. En principio, seria deseable que no coincidieran con las generales, a fin de favorecer un debate y una confrontaci¨®n de propuestas centradas en los espec¨ªficos problemas de Andaluc¨ªa. Pero tambi¨¦n es cierto que las elecciones son caras, y que celebrar dos procesos electorales en poco espacio de tiempo es contradictorio con los criterios de austeridad, en general, y con los de abaratar el coste de las campa?as, en particular. Y llamar dos veces a los andaluces a las urnas en cuesti¨®n de semanas se antoja un disparate. El PP quiere evitar la coincidencia, pero no hace de ello una cuesti¨®n de principio. Sabe que no hace mucho invoc¨® el principio de econom¨ªa de convocatorias para justificar su pretensi¨®n de hacer coincidir las municipales de mayo con unas generales anticipadas, y porque piensa que la coincidencia puede hoy favorecerle. Los socialistas andaluces dudan porque otras veces en que se celebraron conjuntamente dos elecciones obtuvieron menos votos en el recuento auton¨®mico que en las de alcance estatal. Pero temen, por otra parte, que de celebrarse antes de las generales, el electorado haga pagar a sus candidatos auton¨®micos los pecados que reprocha al Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez.

Un factor a considerar ser¨ªa la probable presencia de ¨¦ste a la cabeza de la candidatura socialista por Sevilla en las generales si finalmente es Javier Solana -u otro- quien encabeza la lista por Madrid. En ese caso es probable que la coincidencia de ambos comicios provocara un efecto de arrastre en favor de los candidatos auton¨®micos del PSOE. Pero que se haga depender la fecha de la convocatoria de las elecciones andaluzas, de la decisi¨®n que tomen los pa¨ªses socios de la OTAN respecto al nombramiento de su nuevo secretario general no dejar¨¢ de parecer una broma pesada a quienes soportan la ausencia de un Gobierno regional efectivo. Carece de sentido que los numerosos problemas de Andaluc¨ªa dependan, finalmente, del que Washington o Bruselas se decidan por uno u otro candidato a la OTAN.