Una apuesta por la democracia
El hecho de que unas elecciones no sean claramente competitivas y libres no hace que disminuya la importancia de su estudio y el inter¨¦s de su an¨¢lisis, porque los comicios siempre cumplen funciones que es necesario dilucidar y buscan objetivos pol¨ªticos sobre los cuales es tambi¨¦n necesario apreciar hasta qu¨¦ punto han sido o no alcanzados. En estos casos, sobre todo hay que preguntarse porqu¨¦ esas elecciones tienen lugar y cu¨¢l es el papel que les atribuyen los gobernantes que las organizan, dado que, m¨¢s a¨²n que en las democracias estables donde la convocatoria electoral responde habitualmente a una periodicidad inevitable, la decisi¨®n de proceder a elecciones est¨¢ llena de registros. ?sta es la primera perspectiva desde donde deben ser consideradas las elecciones presidenciales argelinas celebradas el pasado 16 de noviembre.Los comicios en Argelia han sido convocados en funci¨®n de dos objetivos principales. Por un lado, empezar a dar una respuesta al vac¨ªo institucional que padece el pa¨ªs desde que en enero de 1992 se cerr¨® el Parlamento y se hibern¨® la Constituci¨®n, y, por otro, buscar una fuente de legitimidad para la jefatura del Estado a fin de que pueda resistir los desaf¨ªos internos y dar alguna muestra de voluntad pol¨ªtica a la comunidad internacional. Esos desafios derivan tanto del hecho de que la sola respuesta militarista que ha caracterizado la l¨ªnea gubernamental del poder argelino desde hace casi cuatro a?os no logra detener el conflicto civil y la violencia, como de las consecuencias pol¨ªticas que trajo consigo el reagrupamiento de la oposici¨®n argelina en torno a un contrato nacional firmado en Roma en enero de 1995, donde se consensuaba la necesidad del di¨¢logo con el poder en el marco de un periodo transitorio que dar¨ªa paso a un marco pol¨ªtico plural y democr¨¢tico.
Dicho contrato, conocido como la Plataforma de Roma, introdujo dos elementos de gran importancia cualitativa. De un lado, promovi¨® el desdoblamiento de la escena pol¨ªtica argelina, dado que hasta entonces la divisi¨®n de las fuerzas pol¨ªticas conced¨ªa al poder el monopolio de la iniciativa. Segundo elemento:, tras el encuentro en Roma,. el FIS ya no estaba aislado y, con ¨¦l firmaban otros partidos pol¨ªticos no-islamistas. Al no aceptar la propuesta de la oposici¨®n, las autoridades argelinas incentivaron la preparaci¨®n de las elecciones presidenciales como su propia. respuesta pol¨ªtica a la crisis del pa¨ªs.
Si bien se abri¨® un proces¨® de di¨¢logo pol¨ªtico que, como hab¨ªa ocurrido ya en otra ocasi¨®n anterior, alcanz¨® incluso al FIS durante julio pasado; la falta de concreci¨®n y profundizaci¨®n del mismo por parte gubernamental le aboc¨® al fracaso, y las elecciones se han organizado con la participaci¨®n de los. actores pol¨ªticos que de una u otra manera han estado m¨¢s pr¨®ximos al poder desde 1992. Sin embargo, las tendencias pol¨ªticas principales que se decantaron en los comicios de diciembre de 1991 han estado presentes: la que representa al Gobierno, la islamista y la berberista. Entonces fue el FLN y ahora es Zerual, entonces fue el FIS el representante principal de la tendencia islamista y ahora es Nahnah con su partido islamista Ham¨¢s, entonces fue el FFS de A?t Ahmed el representante principal de la corriente ber¨¦ber y ahora es Sa'd Sa'di quien ocupa su lugar. Por su parte, Nureddin Bukruh parece representar al resto de los peque?os partidos pol¨ªticos de casi inexistente base social.
No obstante, si comparamos los resultados electorales de los ¨²nicos comicios en que han participado conjuntamente, en diciembre de 1991, Ham¨¢s logr¨¦ el 4,7% de los votos emitidos y el FIS el 47,2%; y el RCD, el 2,5%, frente al 7,4%, del FFS.
Nahnah representa una corriente ideol¨®gica pr¨®xima a la de los Hermanos Musulmanes, aunque el papel pol¨ªtico que ha desempe?ado siempre en Argelia ha sido el de un fundamentalismo de oposici¨®n constructiva, cuando no de compromiso, con el poder, al que se ha aproximado con frecuencia desde que en 1981 fue liberado de prisi¨®n por Chadli Bendjedid, disoci¨¢ndose de la l¨ªnea contestar¨ªa de sus colegas Madani y Benhadj, raz¨®n por la cual Nahnah rechaz¨® formar parte en la creaci¨®n del FIS. Las tensiones entre Nahnah y el FIS fueron constantes desde 1989, y aumentaron cuando Nahnah neg¨® el apoyo al FIS en las municipales de 1990, fecha en la que a¨²n no hab¨ªa creado el partido Ham¨¢s. Aunque Ham¨¢s cuenta con una profundidad doctrinal m¨¢s elaborada que la del FIS, su relaci¨®n con el poder le sustrajo su. condici¨®n de oposici¨®n al r¨¦gimen, que es lo que al FIS le vali¨®. buena parte de su ¨¦xito.
Sa'id Sa'di, que reclam¨® en enero de 1992 la anulaci¨®n de las elecciones, representa la corriente erradicadora argelina, partidaria de la aniquilaci¨®n de los islamistas, y es activo defensor de la constituci¨®n de "grupos civiles de autodefensa" que act¨²an contra los grupos armados.
Los resultados de, las elecciones han servido de plebiscito para el candidato que ya ocupaba la presidencia, Liamin Zerual (61,3%), y la participaci¨®n ha alcanzado el 74,9%.
. Lo cierto es que, m¨¢s all¨¢ de las presiones que pueden haberse ejercido sobre la poblaci¨®n y de los posibles retoques de las cifras, la poblaci¨®n argelina se ha expresado de forma lo suficientemente unitaria como para que Liam¨ªn Zerual cuente hoy con un apoyo popular que antes no ten¨ªa, y, quiz¨¢s, ello le sirva para afianzar su posici¨®n en el seno del poder argelino, donde hasta ahora m¨¢s que ser el hombre del Ej¨¦rcito ha sido el hombre de uno de sus clanes. Es decir, las elecciones presidenciales han constituido un acontecimiento cuya relevancia no se puede ignorar.
La participaci¨®n de los argelinos que votaron el 16 de noviembre pasado ha de ser interpretada por el poder no como un bal¨®n de ox¨ªgeno para resistir en el poder sin cambios sustanciales, sino como una apuesta del pueblo argelino por la paz y la democratizaci¨®n. Por ello, dicho apoyo se convertir¨¢ verdaderamente en legitimidad si el ahora presidente electo sabe adm¨ªnistrar su ¨¦xito a favor de la integraci¨®n pol¨ªtica de los partidos de la oposici¨®n que en estos comicios han estado ausentes. Entre otras razones, porque las actuales elecciones tambi¨¦n han mostrado que la tendencia erradicadora no ha logrado un apoyo representativo y que el islamismo de Ham¨¢s, claro beneficiario de la ausencia del FIS, ha contado con un apoyo considerable.
Todo esto no significa que a los partidos de la oposici¨®n firmantes de la Plataforma de Roma les haya faltado coherencia pol¨ªtica en su decisi¨®n de no participar en las elecciones, dado que ha sido una manera unitaria de manifestar que la f¨®rmula de di¨¢logo pol¨ªtico hasta ahora propulsada por el poder no ha sido ni suficiente ni ha contado con una oferta clara sobre sus objetivos. Pero tambi¨¦n es cierto que dicha oposici¨®n ha de estar muy atenta a la evoluci¨®n futura y saber responder positivamente en el caso de que las elecciones presidenciales constituyan el punto de arranque de una nueva escena pol¨ªtica. Las declaraciones del liderazgo del FIS en Alemania dos d¨ªas despu¨¦s de los resultados electorales manifest¨¢ndose a favor del di¨¢logo no deben pasar en este sentido inadvertidas. Dicho de otra manera, si bien la posici¨®n de fuerza en el juego pol¨ªtico est¨¢ hoy d¨ªa tras las elecciones de parte de Zerual, ¨¦sta tambi¨¦n depende de que demuestre voluntad y capacidad para llevar adelante la celebraci¨®n de unas futuras elecciones municipales y legislativas cuyo nivel de pluralidad ha de ser mayor que el de las presidenciales, porque su funci¨®n ser¨¢ ya otra: mostrar que en Argelia se avanza y no se contin¨²a estancado en el conflicto y la disensi¨®n insuperable. Todo el mundo est¨¢ a la espera, ahora mas que nunca, de la evoluci¨®n pol¨ªtica de Argelia.
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