Hay secretos que matan
El Ministerio de Comercio acaba de publicar un informe sobre las exportaciones espa?olas de material de defensa y material de doble uso (ver EL PA?S del 19 de noviembre), dando respuesta a una petici¨®n de organizaciones como Amnist¨ªa Internacional, Greenpeace, Interm¨®n y M¨¦dicos Sin Fronteras, que desde hace un a?o llevan a cabo una campa?a para conseguir la transparencia y el control parlamentario de las exportaciones de armamento. Al margen de aspectos m¨¢s o menos extra?os del mencionado informe, como la no inclusi¨®n de datos sobre, las exportaciones de material naval, o la enorme diferencia entre exportaciones autorizadas y exportaciones realizadas, lo m¨¢s significativo del mismo es la presentaci¨®n de los datos por continentes, y no por pa¨ªses de destino. Se puede llegar a comprender que el ministerio no se atreva a publicar los datos de las empresas exportadoras, pero resulta menos justificable que no informe con detalle de los productos exportados y de la cantidad de los mismos. Y lo que raya al enga?o es no se?alar a que pa¨ªses han ido a parar tales armamentos.La exportaci¨®n de este tipo de materiales, sean patrulleras, armas cortas, municiones, portaviones o aviones de transporte, est¨¢ regulada y condicionada por una normativa europea (los principios de la OSCE reguladores de las transferencias de armas convencionales, de noviembre de 1993) y comunitaria (los criterios comunes aprobados por el Consejo Europeo en 1991 y 1992, adem¨¢s del Reglamento de diciembre de 1994), que de forma escueta pero clara, obliga a los Estados a tener en cuenta, antes de autorizar cualquier exportaci¨®n de armamento, la situaci¨®n de derechos humanos del pa¨ªs destinatario, su situaci¨®n interna (si existen tensiones o conflictos armados internos), la seguridad y la estabilidad de la regi¨®n, la certeza de que la compra de dicho material no significar¨¢ una desviaci¨®n importante de sus recursos econ¨®micos, la no introducci¨®n de capacidades militares desestabilizadoras en una regi¨®n y la garant¨ªa de que el material no ser¨¢ utilizado con fines represivos. Para saber si se cumple o no esta normativa, es esencial conocer a que pa¨ªses se venden los armamentos y materiales de defensa. Los datos continentales no tienen ninguna utilidad a efectos de control, puesto que no procede hablar de los derechos humanos o de los conflictos en Asia o en ?frica, sabiendo que en cada continente hay una gran variedad de situaciones. Escudarse con el argumento de que Espa?a practica la transparencia, ya que informa al Registro de Transferencias de ONU, tambi¨¦n es motivo de enga?o, pues el registro s¨®lo con sidera unos pocos tipos de armamento, que Espa?a no exporta, con lo que, a pesar de exportar cada a?o por un valor superior a los 50.000 millones de pesetas en otros productos militares, simplemente ha de limitarse a informar a la ONU de que no exporta nada de aquellas siete categor¨ªas.
En realidad, lo que la administraci¨®n nos pide, con esta ocultaci¨®n de datos fundamentales, es confianza y fe ciega ante los gestores de este comercio. Nos pide aceptar el buen criterio de una Junta Interministerial que controla el asunto, que sabe d¨®nde se respetan y d¨®nde no los derechos humanos, d¨®nde estos armamentos desestabilizan una regi¨®n y d¨®nde no. Pero su criterio y sus decisiones son secretas, y desde la sociedad civil se sospecha que ese silencio no es inocente, porque oculta una pol¨ªtica comercial permisiva en exceso, y se tiene la impresi¨®n de que ni siquiera se cumple la legislaci¨®n vigente. No ha de sorprender, por ello, que las ONG organicen campanas pidiendo transparencia. Quieren saber lo que hay, para opinar sobre, el porqu¨¦, el c¨®mo y el hasta cu¨¢ndo de este macabro negocio, porque saben que aumenta la duraci¨®n y la letalidad de los conflictos, que detrae recursos que deber¨ªan destinarse a cosas m¨¢s urgentes y necesarias, que, impide el desarrollo humano y la soluci¨®n pac¨ªfica de muchos conflictos, y un mont¨®n de razones m¨¢s que conocen todas las personas con sentido com¨²n.
En Espa?a, el Parlamento discutir¨¢ en breve plazo una proposici¨®n referida a la transparencia de la que esperamos sea un primer paso para lograr un compromiso del Congreso en el control de este comercio. Sabiendo que nuestros mejores clientes son Marruecos, Tailandia y Turqu¨ªa, y que entre los que ocupan puestos destacados figuran. pa¨ªses como Indonesia, Angola, Corea del Sur, Jordania y Arabia, ser¨¢ muy did¨¢ctico escuchar las argumentaciones de unos y otros para rechazar la transparencia. No se pierdan el debate, porque aunque se quiera ocultar y nadie quiera ser c¨®mplice de asesinato, lo cierto es que hay secretos que matan.
Vicen? Fisas es investigador sobre desarme del Centro Unesco de Catalu?a.
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