Los cient¨ªficos certifican por primera vez que el hombre est¨¢ calentando la Tierra

En Espa?a hay riesgo de cambio de clima y hay riesgo de sequ¨ªa. Lo dijo ayer Bert Bolin presidente de la comisi¨®n cient¨ªfica que ha dejado listo en Madrid el informe que detecta por primera vez una influencia humana apreciable sobre el calentamiento global. El documento, que se unir¨¢ en Roma pr¨®ximamente a otros dos sobre impactos del cambio clim¨¢tico, y medidas para amortiguarlo, sit¨²a la pelota de las decisiones a tomar en el alero de los pol¨ªticos. A Espa?a este riesgo le ha llegado sin haber hecho los deberes y no se conocen los posibles efectos concretos por regiones.

El cambio clim¨¢tico que se avecina, seg¨²n los cient¨ªficos, se debe a la actividad humana que est¨¢ alterando el equilibrio natural, a trav¨¦s de la quema, de combustibles f¨®siles, el cambio en el uso de la tierra (especialmente la desforestaci¨®n) y las pr¨¢cticas agr¨ªcolas. Todos estos cambios introducidos por el hombre con la revoluci¨®n industrial han ido calentando la atm¨®sfera a trav¨¦s de las emisiones de varios gases (anhidrido carb¨®nico, metano y ¨®xido nitroso) que se acumulan y provocan un efecto invernadero a?adido al natural que permite la vida en la Tierra.Ese calentamiento es el que ahora han logrado detectar los cient¨ªficos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Clim¨¢tico (IPCC) y han plasmado en su segundo informe, que se presentar¨¢ p¨²blicamente en Roma y cuya parte cient¨ªfica. han ultimado esta semana en Madrid.

Consenso

Bolin se mostr¨® Muy satisfecho personalmente con la frase clave del documento ("el balance de las pruebas. sugiere que existe una influencia humana apreciable sobre el clima global") y matiz¨® que responde a un consenso cient¨ªfico y no a posturas personales y que no alcanza a decir cu¨¢nto est¨¢ cambiando el clima ni a qu¨¦ velocidad. Qu¨¦ hacer ahora es algo que deben. decidir los pol¨ªticos, subray¨® Bolin, pero este cient¨ªfico noruego record¨® que un tema clave son los posibles ciambios a realizar en el suministro de energ¨ªa a la sociedad.

El informe se?ala que son todav¨ªa muy mal conocidos los efectos de un posible cambio clim¨¢tico a nivel regional y local, ya que influyen muchos factores en cada zona, lo que. hace que en unas pueda subir la temperatura mientras baja en otras y permanece invariable en unas terceras.

Lo que va a pasar en Espa?a concretamente no se conoce, reconoci¨® Antonio Labajo, subdirector del Instituto Naciortal de Meteorolog¨ªa, porque no existen todav¨ªa las herramientas (modelos clim¨¢ticos) que permitan saberlo. Para remediarlo se ha puesto muy recientemente en m a un plan de investigaci¨®n sobre el clima que se centra en el, conocimiento del clima espa?ol y se han iniciado acciones de reforestaci¨®n y anunciado medidas sin concretar para limitar el aumento previsto en las emisiones.

El brasile?o Gylvan Meira Filho, covicepresidente del IPCC, record¨® ayer que este organismo formado por la ONU en 1988 no tiene precedente; en las relaciones bilaterales mundiales y quit¨® importancia a las presiones de los pa¨ªses productores de petr¨®leo para desdramatizar las conclusiones: "Los estados quieren estar seguros de que el texto sea cient¨ªficamente correcto pero pol¨ªticamente neutro".

El tratado

El IPCC no propone medidas concretas sino que establece escenarios seg¨²n el nivel de emisiones. En un escenario de emisiones medio en el que se han incluido los efectos de los aerosoles se predice un aumento medio, de la temperatura de superficie de unos 2 grados respecto a 1990 para el a?o 2100.

Las medidas las deben tomar los Estados en el marco del Tratado de la ONU sobre Cambios Clim¨¢ticos establecido en 1992. Por ahora lo ¨²nico que hay es un acuerdo no vinculante para estabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero en el nivel de 1990 para el a?o 2000. Este objetivo parece lejano ahora incluso para algunos pa¨ªses que lo han suscrito, como Estados Unidos.

La Uni¨®n Europea est¨¢ todav¨ªa discutiendo c¨®mo estabilizar en su conjunto las emisiones y hay pa¨ªses miembros, como es el caso, de Espa?a., que reclaman su derecho a aumentar sus emisiones hasta el a?o 2000, ya que ¨¦stas son inferiores a la media europea. De hecho, el Plan Energ¨¦tico Nacional prev¨¦ un aumento de emisiones.

Lo que puede hacer cada uno de los habitantes de la Tierra para no contribuir al cambio clim¨¢tico no es despreciable, seg¨²n los cient¨ªficos, y se resume en ahorrar energ¨ªa por todos los medios posibles.