La huella de la revoluci¨®n

Fue en el M¨¦xico de la bohemia de los a?os veinte donde realiz¨® el coraz¨®n de su obra fotogr¨¢fica, m¨¢s de 400 fotograf¨ªas empapada al principio de un estilo caracter¨ªstico de Edward Weston su maestro americano y su amante: composiciones puras y simples, intensamente gr¨¢ficas.Tina fotografi¨® el M¨¦xico, que le gustaba: sus amigos, la vida de las calles, las mujeres indias, los muralistas, las palmetas ondulantes, la ca?a y el, az¨²car, emblemas de la revoluci¨®n mexicana o las formas sensuales de los lirios. Pronto adquiri¨®, su estilo propio, y mientras Weston se dirig¨ªa hacia la abstracci¨®n, Modotti lo hac¨ªa al servicio de la realidad social. Cuando rezuma la revoluci¨®n, Weston se va de M¨¦xico, pero ella se queda. Ser¨ªa la primera grieta de su vida. La gran ruptura llega en 1929. Su amante, a quien nunca olvidar¨ªa, Antonio Mella, el joven l¨ªder cubano, es asesinado. La culpan de "crimen pasional", pero finalmente se la declara inocente y es expulsada del pa¨ªs. Comenzar¨¢ su errar por Berl¨ªn, Par¨ªs, Mosc¨², Espa?a.

En 1939 decide volver a Estados Unidos, pero no la autorizan a desembarcar. De Nueva, York la transfieren en un barco con destino a Veracruz. La Modotti que regresa a M¨¦xico es la sombra de la que se march¨®. El 5 de enero de 1942, muere en el taxi que la llevaba.