Se?or¨ªas
Sus se?or¨ªas han tenido una mala semana. Todos los esfuerzos acumulados para demostrar que son ovnis, objetos volantes no identificados, han recibido un refrendo, as¨ª como la sospecha de que la trama parlamentaria del GAL es m¨¢s extensa de lo que hab¨ªamos imaginado. El se?or Pons dejar¨¢ la presidencia del Parlamento en olor a Vaticano y no se conocen hasta ahora las reacciones de la fracci¨®n abortista del PSOE, encabezada por la se?ora Alberdi, dispuesta a digerir las resistencias pasivas interiores que han tenido en Pons su cabeza visible y las exteriores que re¨²nen complicidades tan inquietantes como la del pujolismo y el loyolismo, de Loyola del Palacio. Cuando gane el PP y vayan a la c¨¢rcel las mujeres abortadoras y los m¨¦dicos que las atiendan, es de esperar que el se?or Pons se ponga al frente de las manifestaciones p¨²blicas reclamando el indulto y la revisi¨®n de las leyes sobre el abort¨®. All¨ª nos encontraremos.Las otras se?or¨ªas, las de segunda divisi¨®n, han demostrado que el Senado s¨®lo sirve para demostrarse a s¨ª mismo que no sirve para nada. Las senadeces que han rodeado la formaci¨®n de la comisi¨®n GAL ilustran sobre el filibusterismo m¨¢s tragic¨®mico, y menos mal que el PP ha puesto fin a la comedia, porque el que estaba haciendo el rid¨ªculo era el presidente de la comisi¨®n, obligado a su pesar a actuar como alcahueta de la partida tramposa. Cuando se escriba la historia de los GAL habr¨¢ que dedicar un cap¨ªtulo a las complicidades objetivables, y dentro de ese cap¨ªtulo deber¨¢ tener especial relevancia el apartado sobre las tramas parlamentarias del GAL. Es decir, el papel cuantitativo y cualitativo de los diputados que por activa y por pasiva han colaborado para que no prosiguiera la investigaci¨®n, sum¨¢ndose como guardaespaldas intelectuales, org¨¢nicos y activos de esta historia de checas democr¨¢ticas.
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