La ¨²ltima droga de dise?o se vende acompa?ada de un falso prospecto
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Los camellos han aprendido mercadotecnia. El GHB la ¨²ltima y explosiva droga de dise?o que ha inundado las discotecas de Madrid, se vende acompa?ada de un prospecto. El escrito, titulado GHB: instrucciones de uso, ensalza los pretendidos efectos de la sustancia -bienestar, desinhibici¨®n y potenciador sexual- y oculta sus verdaderos peligros. Con todo, en su intento de adoptar un aire cient¨ªfico advierte de algunas contraindicaciones -endulzadas- y efectos secundarios e incluso aconseja una "dosis usual" y describe su correcta administraci¨®n.Esta falsificaci¨®n -el texto, que imita descaradamente a los prospectos farmac¨¦uticos, obvia los principios activos del compuesto y carece de firma- ha desatado la alarma entre la polic¨ªa y los responsables del Plan Regional sobre la Droga, quienes temen que con esta artima?a se dispare el consumo de este derivado del ¨¦xtasis.
El GHB se distingue de otros estupefacientes por ser l¨ªquido -lo que facilita la mezcla con bebidas- Su precio ronda las 4.000 pesetas -1.000 m¨¢s que el ¨¦xtasis-, y se vende en tubos del tama?o de una muestra de perfume. Incoloro y amargo, los que la han bebido aseguran que estimula los sentidos y que, a diferencia de otras drogas de dise?o, no quita el sue?o ni el hambre. Extremo que los expertos consideran dudoso y, en todo caso, intrascendente en comparaci¨®n con los trastornos psic¨®ticos, cardiacos y, de memoria que puede generar. Algo que no se destaca en las "instrucciones de uso". As¨ª, el apartado denominado "efectos secundarios" s¨®lo indica: "somnolencia, confusi¨®n, mareos, n¨¢useas. La posibilidad de n¨¢useas se ve incrementada en las mujeres durante la menstruaci¨®n. En la bajada [sic] se puede producir una contracci¨®n muscular [en realidad, un infarto, seg¨²n los m¨¦dicos consultados]. Dosis m¨¢s grandes pueden producir la p¨¦rdida de conocimiento y profunda sedaci¨®n [eufemismo que los expertos califican de parada cardiorrespiratoria]. Este estado no es peligroso y dura como m¨¢ximo unas tres horas, tras las cuales el sujeto se despertar¨¢ completamente recuperado. Dosis lo suficientemente grandes pueden producir una contracci¨®n y relajaci¨®n r¨ªtmica y r¨¢pida de los m¨²sculos, estado tambi¨¦n pasajero y que no deja secuelas", afirma el falso prospecto, que, tras describir los supuestos efectos que ocasiona la combinaci¨®n con otras drogas, introduce un delirante an¨¢lisis forense encaminado a defender la bondad de la f¨®rmula. "No se han encontrado efectos t¨®xicos en el h¨ªgado, los ri?ones, el sistema nervioso u otros ¨®rganos. No crea dependencia ni tolerancia. No produce resaca". Toda una loa que finaliza con un arranque de sinceridad. "Es muy peligroso conducir bajo los efectos de esta sustancia".
"?Pero vamos; ser¨¢ posible...!". La lectura del prospecto levant¨® ayer las iras del coordinador general del Plan Regional sobre Drogas, Alejandro Mart¨ªn, quien neg¨® cualquier valor al escrito y record¨® que su departamento ha puesto en marcha una l¨ªnea de investigaci¨®n para conocer el problema de las drogas de dise?o en la Comunidad. "Se trata de un fen¨®meno que est¨¢ en los albores. Ni siquiera conocemos su tasa de incidencia, pero sabemos que en Espa?a su consumo ha causado dos muertes y otras 20 en el Reino Unido", recalc¨®.
Menor fue la sorpresa en medios de la polic¨ªa, donde el GHB es conocido desde el mes pasado (v¨¦ase EL PA?S del 26 de noviembre). De hecho, la reci¨¦n creada unidad contra las drogas de dise?o se ha movilizado para erradicarlo. Entre las dificultades figura la facilidad con que los traficantes la elaboran -la materia prima es f¨¢cil de conseguir, y una cocina sirve de laboratorio- y la creencia de los clientes de que se trata de sustancias inocuas.
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