Jardineros extraescolares

La imagen poco se parece a la de una postal. Las azaleas del parque de la plaza de la Condesa de Gavia (distrito de Tetu¨¢n) est¨¢n destrozadas. La tierra, cubierta de basura y de excrementos de perros. Del c¨¦sped nadie se acuerda en el barrio. El pasado lunes, nada m¨¢s terminar sus clases de quinto curso, 34 alumnos del colegio p¨²blico Jaime Vera comenzaron a limpiar esta escena. Dentro de unos meses, donde ahora hay tierra virgen crecer¨¢n encinas, pinos, fresnos, bulbos de azafr¨¢n, tulipanes y narcisos. Con la fuerza de sus 10 a?os, Sandra se afanaba en levantar la tierra con el azad¨®n. Allan, un ni?o filipino, barr¨ªa las cacas de los perros. Ver¨®nica mov¨ªa salerosa el rastrillo. Y Miguel informa a los vecinos del barrio de que desde ahora el parque estar¨¢ limpio y arreglado.

La profesora de Educaci¨®n F¨ªsica, Olga del Valle, repart¨ªa el trabajo en seis grupos: unos que caven, tambi¨¦n hay que airear la tierra, otros que hagan inventario del mobiliario urbano, los de ah¨ª que repartan el peri¨®dico -una hoja La Lagartija, que explica este proyecto medioambiental-, vosotros medid el contorno y el resto que explique a los viandantes lo que estamos haciendo. Dicho y hecho. Los alumnos, con las manos enfundadas en guantes, de fregar, comenzaron la faena.

Mientras, la profesora explicaba la actividad extraescolar de sus pupilos. "Solicit¨¦ al Ayuntamiento un parque abandonado para terminar un proyecto de educaci¨®n ambiental del colegio. Despu¨¦s de muchos papeleos e informes, nos lo han concedido. Ahora tenemos que pintar vallas y papeleras, sembrar, plantar y podar los arbustos".

Sin perderlos de vista, alababa el trabajo de los chavales: "Tienen un gran m¨¦rito porque no van a conseguir m¨¢s nota por hacer esto". A uno le aconsejaba c¨®mo emplear el azad¨®n: "Clava, clava en vertical. Y luego empuja con el pie". Las ni?as del inventario preguntaban: "Se?orita, se?orita, ?qu¨¦ es un alcorque?". "Los cuadrados donde est¨¢n plantados los ¨¢rboles", respond¨ªa la tutora. El presupuesto para adecentar el parque es de 100.000 pesetas. Todo sale de las arcas del colegio Jaime Vera. Los chavales dedicar¨¢n dos a la semana a la jardiner¨ªa. Entusiasmado, Manuel Gordo, de 10 a?os, razonaba en voz alta, "Queremos que otros colegios sigan nuestro ejemplo. Sin plantas no podemos respirar".

Y el vecindario del barrio, sin dar cr¨¦dito a lo que ve¨ªan. Juan Prieto, empleado en una empresa textil, criticaba la gesti¨®n municipal: "Es un desastre c¨®mo tienen el parque. Me parece bien que los ni?os lo cuiden, pero que luego no lo destrozen con la pelotita". Un carnicero del mercado de Maravillas, Francisco Rodr¨ªguez, se quejaba de la dejadez de los madrile?os: "No cuidamos nuestro entorno".